Para 2050 más de un millón de colombianos tendrá demencia

Las enfermedades mentales que comienzan a presentarse entre los adultos mayores, inciden en el sistema de salud de los países. Investigadores encienden las alarmas

Compartir
Compartir articulo
La radiografía del cerebro de un paciente con Alzheimer, uno de los tipos de demencia más conocidos. (Getty)
La radiografía del cerebro de un paciente con Alzheimer, uno de los tipos de demencia más conocidos. (Getty)

En Cien años de soledad la peste del insomnio va dejando a todos los personajes sin memoria. La pandemia se transmite a través de unos animalitos de azúcar cuyo efecto va menoscabando los recuerdos al punto en que se hace necesario hacer anotaciones sobre los objetos para indicar su nombre. Pero el problema no se detiene y entonces, cuando de repente ya todo tiene un nombre propio, es cuando brota la necesidad de explicar el uso que tienen esas cosas, pues su fin, eso para lo que son empleadas, ha quedado en el olvido.

La paradoja no es ajena a la realidad de hoy. Recientemente un artículo publicado por la revista The Lancet Public Health reveló que la demencia constituye uno de los mayores problemas de salud pública en el mundo pues el número de casos se incrementará de 57,4 millones en el 2019 a 152.8 millones de casos en el 2050. El estudio, que hace una estimación también detallada por diversos países y regiones del mundo, afirma que el incremento de estos casos en Colombia representará el 272 %. Así, de 369.422 casos registrados en el país en 2019 se llegará a 1.375.881 casos en 2050.

La cifra además de ser alarmante abre las preguntas frente al futuro del país en materia de salud pública, pues aunque la Ley 1616 de 2013 establece que el Ministerio de Salud y Protección Social deben garantizar el derecho a la salud de quienes padecen enfermedades no transmisibles, lo cierto es que cuando se habla de presupuesto, la situación adquiere otra tonalidad.

A la fecha, en Colombia no se lleva un registro del número de trabajadores que se dedican a cuidar a pacientes que requieren atención constante, pero si se considera que solo en Estados Unidos se dedican 15.3 billones de horas a su asistencia, se puede afirmar que ese tiempo empleado está avaluado en 256.700 millones de dólares, una cifra que si se calcula sobre el salario mínimo en Colombia alcanzaría los 15.3 billones de pesos.

Las acciones

En la actualidad existen muchas deficiencias en la identificación, tratamiento y cuidado de las personas con demencia a nivel mundial. De hecho, el informe señala que las tasas de diagnóstico resultan más bajas entre los adultos mayores de ingresos bajos y que manejar una disponibilidad de recursos para el manejo de los síntomas de la demencia es solo la punta del iceberg. La evidencia sugiere, señala el informe, que “las tasas de hospitalización son mayores entre las personas con demencia que entre aquellos sin demencia, y los sistemas de salud deben ser preparados para los aumentos esperados en el uso del servicio que acompañará aumentos en el número de personas con demencia”, agrega.

Pero la causa que ha acelerado en los últimos años estos casos no solo tiene que ver con el aumento de una población cada vez más vieja que se reproduce menos y que tiene mayores expectativas de vida, sino con la falta de prevención, intervención y atención a la demencia.

Como evidencia de lo anterior, lo investigadores señalan que existen 12 factores que son modificables y que pueden desencadenar esta condición. El bajo nivel educativo, la hipertensión, la discapacidad auditiva, el tabaquismo, la obesidad en la mediana edad, la depresión, la inactividad física, la diabetes, el aislamiento social, el consumo excesivo de alcohol, las lesiones en la cabeza y la contaminación del aire son a penas un breve listado de los detonantes.

Por ello, se exhorta a todos los sistemas de salud pública hacia la reducción de la prevalencia de la enfermedad. Ya sea a través de campañas educativas que promuevan cambios en los hábitos de la gente o en políticas que busquen garantizar su diagnóstico temprano, prevenirla siempre será la mejor manera de inversión, pues significaría menor gasto en tratamientos y más dinero destinado a investigaciones que puedan ayudar a buscar la solución ante una enfermedad que aún no encuentra cura.

SEGUIR LEYENDO: