Se cumplen seis días de búsqueda de las cuatro personas, tres pasajeras y el conductor de un vehículo de servicio público que se movilizaba desde el Chocó y se dirigía al Urabá antioqueño, que cayeron al río Cauca en el sector de El Cangrejo, municipio de Betulia en la Vía Santafé de Antioquia.
Los desaparecidos son Yessenia Murillo y sus dos hijas, Thaira Crustina Parra Murillo, de 10 años de edad y Thailen Parra Murillo, de 5 años. También, se encontraba el conductor del vehículo, Orlando Medina. La mujer es una profesora que trabaja en el corregimiento de Santa Catalina. En la camioneta viajaba Cristian Parra, padre de las menores y por el momento, único sobreviviente del accidente.
Las autoridades se mantienen la búsqueda de las cuatro personas que se encontraban dentro del vehículo y el Departamento Administrativo para la Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia (Dagran) afirmó que, “se continúa con la búsqueda de las cuatro personas que cayeron al río Cauca el pasado miércoles sobre el sector El Cangrejo en Betulia. Aún no hay resultados positivos del hallazgo del vehículo y sus ocupantes. La búsqueda por parte de entidades operativas no cesa”.
Además, el director del Dagran, Jaime Enrique Gómez, afirmó que, “continuamos con acciones de búsqueda y rescate. Estamos haciendo un barrido con lanchas, buzos y equipo de búsqueda para agua y vamos a continuar en estas operaciones en el transcurso del día, esperando encontrar al vehículo y a sus ocupantes”.
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“Desperté justo antes de que el carro se terminara de sumergir”
Cristian Parra habló con El Colombiano sobre lo sucedido esa tarde del miércoles 12 de enero. Recuerda que el vehículo chocó con una señal de tránsito, el auto comenzó a rodar hasta que se empezó a hundir en el río Cauca. Fue en ese momento cuando el padre de las menores reaccionó y buscó una salida.
“Vuelvo en sí y estoy boca abajo, es decir, las llantas del carro quedaron hacia arriba, estaba volteado. Tuve una reacción rápida, pude soltar el cinturón de seguridad y caí. Volteo, logro ver a mi familia y salgo por la única ventana que había disponible, la del conductor. Me encuentro en un remolino y braceo hasta la orilla para pedir ayuda. Desperté justo antes de que el carro se terminara de sumergir, me tocó verlo hundir”, aseguró Cristian Parra.
Después afirmó que, “corro gritando auxilio porque mi familia estaba allá abajo en el río. Las personas de una tienda salieron con palos y garrotes a ver qué podían alcanzar. Conté con la fortuna de quedar con un teléfono en mi bolsillo, aunque no prendía. Metí la sim card en un celular que me prestaron y pude llamar a la familia de mi esposa Yessenia y a la mía para contarles lo que había pasado. Luego llegaron los cuerpos de socorro y empezaron la búsqueda desde la mañana siguiente hasta ahora”.
Tras lo sucedido, Cristian fue valorado por los primeros equipos de rescate y se determinó que no sufría de lesiones graves, más allá de raspones y una lesión leve en un dedo. Fue trasladado por los Bomberos de Antioquia a Anzá y desde ese entonces duerme allí todos los días y regresa en las mañanas al lugar del accidente para ayudar con los operativos de rescate. Sobre lo sucedido, pidió que no se divulgue información que no es confirmada ya que esto solo retrasa los operativos de los oficiales.
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“Esta búsqueda es bastante angustiante, trato siempre de mantenerme fuerte, de mostrarme sensato, pero en mi interior hay un vacío grandísimo, a veces miro al río y usted no se imagina lo que siento. Entro a una tienda en Anzá, donde estoy durmiendo estos días, y veo juguetes o cuadernos. Eso me parte el alma. Lo más importante para mí ahora es poderle llevar a doña Aurelia, mi suegra, el cuerpo de su hija y de sus nietas”, aseguró.
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