Alcalde de Medellín Daniel Quintero se enfrenta nuevamente al Centro Democrático y asegura que es hora de vender la participación del municipio en Tigo-UNE

Según dijo el mandatario local, la oposición ha engañado a la ciudadanía con la falsa información y pidió activar la cláusula de Protección del Patrimonio Público para que Millicom compre las acciones de EPM

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Alcalde de Medellín, Daniel Quintero. (Colprensa).
Alcalde de Medellín, Daniel Quintero. (Colprensa).

En su columna de opinión de esta semana, para el diario La República, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, de nuevo, se refirió a Hidroituango, el tema que se mantiene en discusión desde mayo del 2018, cuando la planta eléctrica fue declarada en emergencia tras los problemas técnicos que se presentaron en ese entonces y que pusieron en riesgo a las comunidades aledañas. En esta ocasión, el alcalde de la capital antioqueña, se refirió a aquellos concejales del Centro Democrático que, según él, le quieren regalar 2 billones de recursos públicos de UNE a Millicom que, además, solo le pertenecerían a EPM y que estaría necesitando Hidroituango.

Según relató, el 9 de mayo del 2013, su hermano, Miguel, le pidió, de rodillas, a sus colegas, no vender a UNE, porque eso afectaría seriamente la economía pública. “Sus ojos se clavaban con tristeza y decepción sobre uno de sus compañeros que acababa de cambiar el voto minutos después de ir al baño”, detalló Quintero, respecto a la situación que vivió su familiar en donde, al final, con una votación de 11 en contra de 10, se decidió por entregarle el poder de la empresa a Millicom. El mandatario local detalló que quien había cambiado el voto, en ese entonces, había sido Bernardo Alejandro Guerra, quien hoy lidera el proceso de revocatoria en su contra.

Lo que quedó plasmado en la columna señala que su hermano, de la mano de Esteban Restrepo y Juan Pablo Ramírez, habían logrado demostrar que perder el control sobre UNE implicaría serias desventajas sobre Medellín. Las advertencias se hicieron realidad, explica el alcalde, tiempo después.

“Lamentablemente todo lo pronosticado ocurrió. Una vez se perdió el control de UNE, Millicom despidió empleados, vendió las torres, estableció una política de cero utilidades para EPM, y además, una cláusula que prohibió a EPM prestar servicios de telecomunicaciones. Pero quizás lo más grave es que Medellín perdió el poder para influir en decisiones de inversión de UNE en el territorio retrasando las posibilidades de Medellín para convertirse en una ciudad inteligente”, escribió Quintero que, además, destacó que como consecuencia de ello, la capital de Antioquia había pasado a ocupar los últimos puestos en cobertura de fibra óptica entre las ciudades principales, aún y cuando antes era un referente en esta área.

Daniel Quintero, en su texto, destacó que dentro de sus promesas de gobierno, desde que era candidato a la alcaldía, estaba pensado el hecho de hacer uso de la Cláusula de Protección del Patrimonio Público. “No íbamos a seguir siendo los “socios bobos” de Millicom (...) ‘Nos compran o los compramos’, dije en campaña”, comentó el alcalde que, seguido a ello, explicó que dicha cláusula dice que, si EPM así lo decide, Millicom estaría obligada a comprar las acciones al valor que EPM determine, durante un plazo de tiempo que vence este mes de octubre.

Daniel Quintero
Daniel Quintero

“Para ser más preciso, en la primera ronda, tanto Millicom como EPM contratarían una banca de inversión que valore la empresa. Si no hay acuerdo, se contrataría una tercera banca de inversión buscando un acuerdo y si definitivamente no hay acuerdo, todas las acciones, tanto las de Millicom como las de UNE saldrían a la venta. En esta etapa, EPM tendría la opción de pujar por la propiedad de UNE o tomar el valor que corresponde a 50% de la empresa en caso de que sea una tercera la que gane la subasta”, argumentó.

Quintero comentó que esta cláusula no es del todo del agrado de Millcom, pues, según él, a la compañía no le interesa pagar ‘por lo que ya controla’. EPM, detalla Quintero, es la gran beneficiada en este acuerdo porque tiene la posibilidad de recuperar el patrimonio público de una empresa que no entrega dividendos. “Si la cláusula se venciera, Millicom ya no quedaría obligado a nada y si quisiéramos vender nuestras acciones, perderíamos al menos $2 billones dado que en el mercado hay poco interés de comprar acciones que no dan dividendos”, dijo el alcalde de Medellín que, a su vez, calculó que las pérdidas sobre hidroituango, debido a los contratistas y políticos que redujeron costos, son de $12 billones, sin contar con los 2,1 billones de pesos que se sumaron a la deuda de EPM para financiar la terminación de la obra.

“El equipo directivo de la empresa, incluido su gerente, me han solicitado que presente al Concejo una solicitud para vender algún activo de EPM que le permita financiar la terminación de Hidroituango. El activo que han solicitado es el mismo: TIGO-UNE”, aseguró.

Para el alcalde, lo más importante es proteger el patrimonio público, lo que, al mismo tiempo, implica activar la cláusula de protección del patrimonio público que, teniendo en cuenta la situación actual de la planta, podría terminar, dice Quintero, con la venta de las acciones de UNE. Esto salvaría a Hidroituango. “Esto sin embargo no debería ser visto como una privatización dado que la empresa ya está privatizada, sino como la oportunidad de recuperar recursos públicos hoy administrados por una empresa privada”, confirmó el mandatario local que se autoproclamó como un defensor del patrimonio público.

“He hecho lo correcto: presentar el proyecto para salvar $2 billones y financiar a Hidroituango. A diferencia del año 2013, esta vez no habrá secretarios llamando a concejales al baño para que cambien su voto en el último minuto, pero estoy seguro que tampoco será necesario que un concejal se arrodille para decir: “Señores concejales activen la cláusula y salven a Hidroituango”, comparó el alcalde que aprovechó la escritura de su columna para asegurar que ha sido la bancada de oposición a su administración la encargada de mentirle a la ciudadanía respecto a que la cláusula se vencería, supuestamente, en agosto del 2024.

“No es cierto, esa no es la fecha máxima de activación sino de cierre. Si el Concejo no aprueba ya, EPM no alcanzaría a cerrar la transacción en el periodo restante. Estamos contra el tiempo”, concluyó.

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