Caso Telemedellín: renuncian dos miembros del Club de Prensa

El silencio por parte de la corporación, respecto al tema del canal regional, hizo que ambos comunicadores decidieran dar un paso al costado

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Johana Jaramillo había sido nombrada como nueva gerente de Telemedellín el pasado 3 de mayo. Foto: cortesía Alcaldía de Medellín
Johana Jaramillo había sido nombrada como nueva gerente de Telemedellín el pasado 3 de mayo. Foto: cortesía Alcaldía de Medellín

El caso de Telemedellín continúa siendo noticia en el país. Esta mañana, además de las declaraciones entregadas por Ana Bejarano, quien aseguró que la ciudadanía debería repudiar la administración abusiva de los medios públicos, se conoció la noticia de las renuncias de dos miembros del Club de Prensa. Carlos Alberto Ospina y Martha Hoyos Franco decidieron apartarse de sus cargos de la Junta Directiva de esa corporación que trabaja por la cualificación profesional de los periodistas. Tal y como lo informaron medios de comunicación nacionales, y como quedó registrado en la carta de renuncia, las salidas de sus puestos son irrevocables.

Martha Hoyos Franco aseguró que, “en vista de que han optado por evadir un pronunciamiento que exija el respeto por la libertad de expresión y la dignificación del ejercicio periodístico, les presento mi renuncia irrevocable”. A su vez, su colega, Ospina, comentó que este tipo de situaciones no se pueden “convertir en un atentado contra el Club de la Prensa por parte de personas que no conciban con ellos o no pertenezcan al gremio. En una Junta Directiva está la posibilidad de los consenso y también los disensos. Simplemente, no concibo con la posición de algunos-porque no son todos los miembros-al no haber un pronunciamiento sobre la situación del exdirector de Telemedellín y cómo debe ser enfocado el tema desde la comunicación oficial, entonces prefiero hacerme a un lado”.

El columnista, en su carta de renuncia, manifestó que “no se puede hacer un periodismo libre y responsable, mientras algunos sean defensores de oficio de empleadores e instituciones oficiales”. Por su parte, Hoyos Franco agregó que “la defensa a capa y espada de los intereses personales, que practican algunos de sus miembros, es abiertamente incompatible con la concepción de una Prensa Libre y Responsable, como rezan los postulados del Club, y vulnera el compromiso que adquirimos con la sociedad y con los periodistas que nos eligieron”. Ambas renuncias, de acuerdo con las conclusiones en el caso, se dieron por el desacuerdo de ambos comunicadores respecto al silencio que mantuvo el Club de Prensa ante la situación. El Club de la Prensa se fundó hace 18 años.

Fue hace unos días cuando se desató la polémica frente a la decisión que tomó Deninson Mendoza, gerente general del canal, de despedir a Hernán Muñoz, ex director del Sistema Informativo, bajo el argumento de que el noticiero “ya no sería para la gente sino para defender al alcalde Daniel Quintero”. El despido se habría dado el pasado 4 de octubre, luego de que Mendoza entrara a reemplazar a la antigua gerente, Johana Jaramillo, quien, a través de su cuenta de Twitter comentó que había recibido presiones similares para acomodar la información del canal público a los intereses de la Alcaldía de la capital antioqueña.

Foto: Twitter @AnaBejaranoRG
Foto: Twitter @AnaBejaranoRG

Este tema fue ampliamente desarrollado por Ana Bejarano Ricaurte en una de sus más recientes columnas el portal de Los Danieles. “No es la primera vez que un político en el poder cree que los medios de comunicación públicos son de su propiedad, son su máquina personal de propaganda. El mismo veto ejerció Juan Pablo Bieri, recién nombrado gerente de RTVC, al censurar y sacar de la parrilla al programa ‘Los puros criollos’, del periodista Santiago Rivas, por cuenta de sus críticas a una abominable Ley Tic de Iván Duque”, expresó.

La también abogada comentó que en Colombia es común ver que personas que hacen parte del gobierno, de una u otra manera, se aprovechan de su poder para manipular y obligar a los medios de comunicación a cambiar su línea para favorecer a quienes se encuentren de turno en el poder. Para ella, este tipo de prácticas son peligrosas para la democracia. “Podría dar lugar a la responsabilidad extracontractual del Estado, que podría ser llamado a responder cuando sus funcionarios ejercen censura sobre los periodistas públicos. Si el Estado puede tener medios de comunicación, ¿no debería ser responsable también cuando los administra mal?”, agregó.

Bejarano Ricaurte hizo un llamado a todos los gerentes de medios de comunicación públicos, y les recordó, entre otras cosas, que son alimentados por los ciudadanos, y no por los políticos, finalmente, el dinero que reciben hace parte de los impuestos que paga la comunidad. “Tienen mandatos constitucionales y legales que los obligan a dar pluralidad al debate público, a visibilizar las voces silenciadas”, recalcó.

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