Con una carretilla y tras ocho días de caminata, una pareja colombiana emigró a Ecuador junto a sus diez perros

A los esposos les negaron vivienda por vivir con la decena de canes y tampoco conseguían trabajo. Los problemas en Colombia los hicieron caminar por más de una semana con sus mascotas hasta el país vecino

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Con una carretilla y a pie, una pareja colombiana emigró a Ecuador junto a sus diez perros. Foto: cortesía de Bolívar Velasco para El Comercio
Con una carretilla y a pie, una pareja colombiana emigró a Ecuador junto a sus diez perros. Foto: cortesía de Bolívar Velasco para El Comercio

El diario El Comercio reportó una insólita historia de una pareja de colombianos que, por falta de garantías para sus diez perros, emigraron a pie hacia Ecuador, país con frontera en el costado occidental de Colombia. Los esposos, Catalina Segovia y Lubier Ruiz, tenían problemas para conseguir vivienda y trabajo por la numerosa cantidad de mascotas que tenían. Por la falta de dinero y buscando un mejor futuro para los animales, decidieron dejar Bogotá para instalarse en el país vecino.

Según el diario ecuatoriano, la situación económica y de vivienda en Colombia no es fácil para una pareja con tantos perros. La mujer, enfermera de profesión y animalista de convicción, tuvo empleos en casas, restaurantes, fincas y como cuidadora de adultos mayores.

Sin embargo, los empleadores expresaron incomodidad por sus perros y, finalmente, cerraban la puerta para Segovia. Sin embargo, los perros bautizados como Monstruo, Benji, Sinforosa, Muñeco, Candelaria, Nunú, Lobo, Andrómeda, Estrella y Lola tenían un mayor valor para la pareja que el trabajo en Colombia.

Sus perros fueron adoptados en momentos en los que los mismos necesitaban de la pareja. Según el diario, la pareja los hallaba enfermos y sufriendo por heridas. A pesar de ser enfermera de humanos, la mujer los curó y los llevó a la salud con la que cuentan ahora.

Por eso, en medio de la travesía, la pareja adaptó una carretilla para llevarse a 10 de los 12 perros que poseían, ya que la falta de recursos los obligó a donar a dos que no podían alimentar. El medio detalló que, desde el primero de junio, los esposos caminaron 8 días por cerca de 392 kilómetros desde la zona fronteriza colombiana hasta Santo Domingo de los Tsáchilas, la ciudad en la que ahora residen.

En el trayecto, la pareja tuvo que pasar por zonas selváticas, frío, calor, lluvias y pasar noches en la intemperie. Además, al mismo tiempo, debían garantizar las comidas para los perros y para ellos mismos. Frente a las necesidades, la pareja contaba su historia a habitantes de lugares aledaños para que les ofrecieran ayuda.

Sin embargo, a su llegada a Santo Domingo, fue una amiga quien la ayudó para encontrar refugio y comida. Sandra Gudelo, según El Comercio, contaba con una casa en el territorio y le sugirió que se mudara a Ecuador. Fue ella quien movió contactos para que otras personas abrieran las puertas de la provincia para la pareja.

Después de tener que pasar la noche en un parque, Rodrigo Solano, activista del colectivo animalista Pachamameros, no dudó en dar su mano a la pareja. Por medio de la organización que lideraba, logró recoger recursos para proporcionarle recursos vitales a la manada y, por medio de un amigo personal, consiguió posada para la pareja.

Ahora, después de llegar a territorio ecuatoriano, la pareja espera encontrar trabajo y vivienda para garantizar una vida digna para los caninos -que ambos consideran sus hijos- lejos de la crueldad de Bogotá.

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