Las críticas de Vargas Lleras a la reforma laboral

En su columna en el diario El Tiempo, el exvicepresidente Lleras aseguró que es necesario reactivar el empleo lo antes posible sin la reducción de la jornada laboral propuesta por Álvaro Uribe Vélez.

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Germán Vargas Lleras.
Germán Vargas Lleras.

En su columna ‘Trabajar más y no menos’, el exvicepresidente Germán Vargas Lleras señala que, debido a la pandemia, los niveles de desempleo alcanzaron el 25% y, pese a la reactivación económica, hoy se mantienen en 14.5%, siendo las mujeres y los jóvenes la población más afectada. Es por ello que, asegura, se deben plantear respuestas rápidas y contundentes para frenar y disminuir este porcentaje y reactivar el empleo. Critica, además, la propuesta del Centro Democrático de reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas por su costo económico y social.

Critica que en Colombia, la tasa de desempleo de 4.5% se celebre, pues en países como México y Brasil, estos números serían motivo de preocupación. Este factor, indica el exvicepresidente Lleras, también debe analizarse “a la luz de la altísima informalidad”. Estos niveles, en épocas normales, oscilan entre 50% o 60%, pero, si esta modalidad se midiera a partir de las cotizaciones al régimen personal, Colombia llegaría al 80% de población vinculada a la informalidad.

Con estas cifras de desempleo expuestas, Lleras ve inviable la propuesta del Centro Democrático, en cabeza de Álvaro Uribe Vélez, para reducir la jornada laboral. Tanto el sector empresarial, como los sindicatos y el Gobierno nacional han mostrado su preocupación y desacuerdo con este “espectáculo” reiterativo, que antes promovió la prima extra, promovido por el partido político.

Pese a que pueda ser atractiva, indica Lleras, la propuesta trae un costo económico y social que, según la Universidad de los Andes, le costaría al país dos puntos del PIB, es decir, un desbalance del $20 billones que las empresas tendrán que sumar a sus costos de producción. El efecto de esta reducción de horas laborales será la pérdida de productividad y competitividad, especialmente, de las pequeñas y medianas empresas, la poca generación de empleo y el aumento de la informalidad. Señala que se incrementará un 20% el salario por hora trabajada, así como otros costos relacionados. Debido a la pérdida del 0.6% de productividad de este año, Lleras recalca lo inconveniente de este plan laboral que ahora necesita recuperar su competitividad.

Llama la atención en el hecho de que los trabajadores tampoco consideran que sea una propuesta efectiva, pues, según un estudio de la Andi, el 93,1% está satisfecho con la jornada laboral de 48 horas, la cual se rige en el 80% de los países del mundo.

A la discusión sobre la reforma laboral, se suma el debate por el salario mínimo. Señala que reiteradas veces le ha pedido al Gobierno, los trabajadores y empresarios que se priorice la generación de empleos formales. Por ello, critica que los sindicatos soliciten el aumento del 13%, porque esta propuesta generaría más desempleo, informalidad y menos productividad. Establece que el incremento debe basarse en la inflación para compensar la pérdida de poder adquisitivo y “generar nuevos empleos, recuperar los que se perdieron y preservar los actuales”. Es decir, se suma a las voces que piden un aumento de máximo el 2%.

Señala que, los altos costos de la formalidad, encarecen la contratación en un 70%. Esta es una de las razones que explican por qué durante la pandemia la cifra de desocupados ascendió mucho más que en otro países, pues es un régimen único inviable. Propone, para resolver esta problemática, que se financien los costos, aportes y contribuciones con presupuesto estatal para no impactar el salario de los trabajadores. Reitera que la única reforma laboral efectiva, será aquella que proteja, formalice y flexibilice el empleo.