Cuando María Ávila Leubro exhibió su obra en la Feria Internacional de Arte de Bogotá (ArtBo) de 2018, no se hubiera imaginado lo que sucedió dos años después. La pieza, que era una cinta morada de corona fúnebre, se adelantaba al destino como una profecía. Con más de 1 millón de fallecidos en el mundo, y 30 mil en Colombia, el mensaje “Todos los días se perrea con la muerte” cobra más vigencia que nunca en mitad de una pandemia. ArtBo tiene eso, que cuenta y pronostica mucho más de lo que se ve en ella.
“Si le prestáramos más atención al arte, si escucháramos más a los artistas que tienen una sensibilidad especial, que se dedican a investigar, que se dedican a estar alerta de lo que sucede alrededor. Entonces, de pronto, podríamos ser un poco más conscientes, estar un poco más conectados con nuestro entorno y actuar mejor”, asegura el curador guatemalteco de Artecámara, Emiliano Valdés, a Infobae.
El Artbo 2020 se tuvo que adaptar a las circunstancias. Para sobreponerse a la coyuntura mundial y continuar con su apuesta por las industrias culturales y creativas en el país, desarrolló un programa para un año atípico en el planeta, tal vez, con la intención, de que obras como la de Ávila Leubro, siguieran iluminado y permitiendo una reflexión de la realidad.
En esta ocasión, la Feria Internacional de Arte de Bogotá presenta “Artbo Temporada”, un evento que se podrá disfrutar hasta el primero de noviembre de manera virtual y presencial, con el que se busca dar continuidad a la reactivación económica del sector de las artes en el país, a través de uno de los escenarios más importantes de Colombia y la región.
“El arte y la cultura son más necesarias que nunca. Yo creo que nos permiten vivir mejor, nos permiten generar reflexiones en medio de la coyuntura que estamos viviendo. El valor de la cultura y el arte es fundamental para ayudarnos a pensar diferente, en soluciones diferentes para este presente tan cambiante que estamos viviendo”, menciona la directora del Artbo, María Paz Gaviria, a Infobae.
Con la participación de más de 30 galerías de todo el país, recorridos por espacios físicos con protocolos de bioseguridad, la exhibición de más de 300 obras y muestras virtuales a través de plataformas digitales, el evento busca continuar con su objetivo de producir impactos más allá de la economía del arte para la ciudad y el país.
La programación estará acompañada de una habitual en el evento: la tradicional sección de Artecámara para jóvenes promesas, el Foro que en esta oportunidad se centrará en el coleccionismo, el reconocido espacio Articularte de formación y la sección Referentes de arte histórico.
Para esta edición, “Artbo Temporada” tuvo que hacer varias modificaciones en diversos componentes que, según sus organizadores, representaron considerables retos como la misma experiencia de acercarse a las obras. Pero a su vez, la coyuntura permitió importantes oportunidades como el acercamiento a nuevos públicos y la eliminación de las fronteras físicas.
“Esta Feria cuenta en esta edición con galerías de 20 países, algo completamente diferentes que estamos haciendo ahora y que tiene que ver con ese trabajo de activar nuestro ecosistema local en un evento de estas características y en este contexto”, explicó Gaviria en Infobae.
Por otra parte, “Artbo Temporada” permitirá la reactivación de las actividades y las exhibiciones presenciales desde este 30 octubre hasta el 1 de noviembre en las principales galerías participantes, con todos los protocolos de bioseguridad establecidos para estos escenarios públicos.
Artecámara
Artecámara es la tradicional sección de la Feria para las jóvenes promesas del arte colombiano que no tienen representación comercial, en la que, a través de una convocatoria, acceden a uno de los espacios más importantes de visibilidad en la escena artística del país. Esta sección está dirigida a artistas menores de 40 años, llegan más de 400 propuestas y se escogen cerca de 34 para exponer al público.
Para esta oportunidad, los curadores que eligieron las muestras que se exhibirán en esta edición fueron: Éricka Florez de Cali, investigadora y curadora del arte que trabaja desde la región, Carmen Gil investigadora y curadora especializada en el arte digital y el curador en jefe del MAMM, el guatemalteco Emiliano Valdés.
“La importancia radica en la afectación anímica del sector emergente, de los artistas que participan y de aquellos otros que orbitan alrededor con las intenciones de poder participar en próximas ediciones. Con el tiempo, Artecámara ha estado brindando más y más apoyo con distintos estímulos y becas, con la ayuda de actores externos, privados y públicos, que han convertido este evento en una oportunidad para incentivar la conversación y los enlaces”, aseguró el artista Juan Pablo Gaviria, que expondrá su obra ‘Uno coma tres metros’, en esta sección de la Feria.
Referentes
Referentes es el espacio dedicado al arte histórico de la Feria, que en esta oportunidad y cambiando el formato tiene prevista una programación de clases magistrales enfocadas en el “video arte, el performance y la protesta social”, para “poner el contenido histórico de las artes” en el mercado.
Foro
El Foro es la habitual sección de “Artbo” que en esta edición va a estar compuesta por una discusión en torno al coleccionismo a través de dos charlas, y cuatro recorridos virtuales por algunas de las galerías de Bogotá región y Medellín. Mediante esta propuesta novedosa se busca contribuir a la “reactivación comercial de las galerías y ofrecer al público la posibilidad de conocer de primera mano las propuestas de caga galería”.
Esta sección estará dirigida por la curadora y asesora portuguesa Luiza Teixeira de Freitas.
Estas secciones se suman a los espacios de formación, acompañamiento especializado, y escenarios que buscan una aproximación más académica a través de la teoría programados por la Feria. Al igual que diversos espacios digitales con recorridos virtuales que permitirán momentos de interacción con los directores de las actividades programadas.
“El arte tiene que ejercerse desde la resistencia, y esto lo parafraseo de un famoso filósofo, un vector que impulse la movilidad colectiva desde la formulación de preguntas, de posibilidades y de replanteamientos que nos brinden campos de acción más amplios, en donde podamos pensar e imaginarnos de otras formas. Sociedades y colectivos críticos más tolerantes y empáticos, ese es el valor del arte en un momento de cambios y realidades inestables” concluyó el artista Juan Pablo Gaviria.
Tal vez, cuando en 1960 Saint-John Perse recibió el Nobel de Literatura y en su discurso de agradecimiento concluyó que “ya es bastante para el poeta ser la mala conciencia de su tiempo”, también se refería, quizá en el fondo, a los artistas, esos que a través de sus obras han sido las consciencias rebeldes de sus tiempos.
Le podría interesar: