Greenpeace le exige al Concejo de Bogotá declarar la emergencia climática en la ciudad

En el marco del Día Mundial de las Ciudades, Greenpeace se presentó en el barrio La Candelaria para exigirle al Concejo de Bogotá declarar la emergencia climática, reverdecer la ciudad, además de ampliar y proteger los espacios verdes.

La organización ambientalista se manifestó posicionando un jardín vertical de hierbas aromáticas en la plazoleta El Rosario, el cual sobresaltaba ante todo el cemento que opaca el centro histórico de la capital. Ciudades en el mundo, como Madrid, Roma y Ciudad de México acompañaron la misma movida.

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Según Greenpeace, en los últimos tiempos la falta de espacios verdes se convirtió en un factor que promueve la crisis climática. De hecho, las ciudades utilizan más de dos tercios de los recursos y la energía del mundo, lo que representa más del 70% de las emisiones de dióxido de carbono.

Pero el problema no termina allí, ya que el 55% de la población mundial vive en áreas urbanas y se espera que este número aumente a casi el 70% para 2050. A medida que las ciudades sigan creciendo, también lo harán estas cifras.

“Es momento de que Bogotá se reinicie, es por esto que desde Greenpeace reclamamos hoy por el aumento de áreas verdes en esta ciudad y exigimos a los concejales declarar la emergencia climática. La implementación de estos nuevos espacios serían un mecanismo para mitigar esta crisis que vulnera hoy a Colombia pero también a los habitantes de esta ciudad. En este contexto, apoyamos las acciones legales y jurídicas en pro de conservar y proteger los cerros orientales, insignia de nuestra ciudad, según el Fallo del Consejo de Estado de 2013 sobre los Cerros Orientales”, declaró Tatiana Céspedes, miembro del equipo de campañas de Greenpeace en Colombia.

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Para Greenpeace las ciudades son los centros de actividad económica y representan más del 70% de las emisiones globales. Hacer que las ciudades estén más conectadas y coordinadas en torno a políticas ecológicas podría generar ahorros económicos de hasta $17 billones de dólares para el 2050.

“El futuro de Bogotá ante la emergencia climática que atraviesa depende de cómo gestionemos el desarrollo urbano, nos urge una reiniciación significativa, empezando por la apertura a mayores espacios verdes”, destacó Céspedes.