Wilmer Guerrero Rincón, conocido como Japonés, era uno de los narcotraficantes más buscados de Colombia y a sus 26 años figuraba como el segundo al mando del grupo armado organizado de ‘Los Pelusos’, disidencia de la guerrilla del EPL, que tenía su zona de influencia en el Norte de Santander. De acuerdo con investigadores de la Dijín su captura de dio gracias al contacto continuo con una mujer.
Por la captura o información que ayudara a dar con su paradero, las autoridades ofrecieron 200 millones de pesos. Japonés era el encargado de comercializar buena parte de la cocaína que se produce en la región del Catatumbo, por lo que tenía a su cargo al menos 170 hombres armados.
Un investigador de la Policía Judicial, Dijín, que hace parte del proceso y la investigación en contra de este peligroso delincuente, contó que alias Japonés entró a ‘Los Pelusos’ a los 14 años, como integrante de seguridad de ‘Megateo’.
Incluso El Tiempo recuerda que durante el operativo en contra de Víctor Ramón Navarro Serrano Megateo, muerto en una operación de la Policía en octubre de 2015, el Japonés fue quien accionó una ametralladora M-60 contra uno de los helicópteros de la Policía que los tenía acorralados en la zona rural de Hacarí.
Además, ‘Japonés’, en su quehacer criminal fue jefe de varias de las comisiones de la red por su conocimiento en armas y manejo de explosivos.
El investigador cuenta que Wilmer Guerrero Rincón estaba enamorado de una mujer de 19 años, con la que pasaba la mayoría de su tiempo, incluso ella lo acompañaba a sus correrías por las zonas cocaleras.
“Era precavido en sus comunicaciones, difícil de interceptar, pero nuestra investigación avanzó gracias a que un informante nos alertó que ‘Japonés’ estaba muy enamorado de una mujer de 19 años, con la cual trataba de pasar mucho tiempo, llevándola hasta a sus correrías por las zonas cocaleras”, sostuvo el investigador de la Dijín.
Gracias a esta información, la Policía decidió que era su prioridad identificar a la mujer, a la cual pudieron ubicar en Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander. Además, conocieron que el Japonés estaba en esa ciudad para hacer una importante negociación.
“Iba a intercambiar cocaína, una cantidad importante, por armas. No logramos establecer con quiénes iba hacer la negociación, pero eso nos obligó a agilizar el proceso y priorizar su captura”.
Conociendo esto, las autoridades montaron un operativo con distintas fachadas, cerca a la casa de la compañera sentimental de Guerrero Rincón; incluyendo vendedores ambulantes, y habitantes de calle.
“La idea era estar atentos al lugar las 24 horas del día sin levantar sospechas, ante la posibilidad de que él llegara a visitarla o que allí fuera hacer la negociación”, sostuvo el uniformado.
Gracias a este operativo, las autoridades lograron la captura del Japonés, en el barrio Ospina Pérez de la Ciudadela Atalaya, en Cúcuta.
Tras la captura de este peligroso delincuente, la Fiscalía le imputó los delitos de concierto para delinquir agravado, homicidio agravado, secuestro agravado; fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido de uso privativo de las fuerzas armadas; utilización ilegal de uniformes e insignias y desplazamiento forzado.
Un juez envió a la cárcel de máxima seguridad de la Tramacúa en Valledupar a el Japonés, quien también es sindicado de la masacre perpetrada el 30 de julio de 2018 en El Tarra, donde fueron asesinadas nueve personas.