Sin ingresos, gasolina ni pesca: el drama social de los raizales en San Andrés

Los seis meses de contingencia sanitaria han golpeado duramente la economía de cientos de familias en la isla, que dejaron de lado el turismo para regresar a la pesca. Sin embargo, el panorama tampoco es alentador.

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Pescador de San Andrés - Archipiélago de Colombia. EFE
Pescador de San Andrés - Archipiélago de Colombia. EFE

Eugenio Hawking, pescador raizal de San Andrés Islas, señaló a Noticias RCN que no saben qué más hacer para tener ingresos. Las familias sobreviven de las ventas diarias que logran los pescadores, pero tienen que enfrentar a la guardia costera y a la falta de combustible para sus lanchas.

Orlando Junior, armador de barcos pesqueros, denuncian ante RCN Radio que la Guardia Costera no los deja trabajar. “Uno sale y como piensan que todos somos narcotraficantes, entonces los guardacostas empiezan a joder, a corretearnos, a devolvernos”.

El capitán Andrew Abrahams dijo que, con la pandemia, los isleños y raizales volvieron a pescar e incluso disfrutaron de las langostas que solían atrapar para vender a los turistas. Sin embargo, la pesca ya no es suficiente.

“Ya no es viable ni rentable, porque no tenemos a quién vender todo el producto que estamos capturando. Antes se lo vendíamos a los restaurantes y a las islas como El Acuario y Johnny Cay, y se exportaba, pero ahora nos toca venderlo internamente donde el consumo es mínimo, prácticamente obliga a la gente a consumir pescado”, señaló.

Ante la escasez, los pescadores del archipiélago se unieron para viajar varios en una misma lancha y así poder aprovechar el poco combustible que logran conseguir. Luego, al llegar a las fronteras delimitadas por la Haya, tienen que luchar para que la guardia costera los deje trabajar.

Vista aérea de la isla de San Andrés
Vista aérea de la isla de San Andrés

Jairo Mckency, taxista de la zona, le mostró al noticiero RCN la soledad y abandono en los concurridos los locales del centro de la isla.

“Pues mira, el centro es una soledad absoluta. Me ha tocado duro, me ha tocado trabajar día y noche. Mira todos estos locales están desocupados. La gente no tiene para pagar los arriendos, entonces les ha tocado desocupar los locales”, señala el conductor.

Los residentes de la isla han manifestado que desean saber qué sucede con el dinero recaudado a través de la Tarjeta de Turismo, considerando que cerca de 1 millón de extranjeros y nacionales llegaron el año pasado a San Andrés, cada uno pagando su ingreso de $116.000.

“Queremos que los dineros que se recogen a través de la Tarjeta de Turismo se vean en soluciones en la isla. Queremos saber dónde están esos dineros, para dónde van esos dineros. Nosotros deberíamos tener mejor calidad de vida, pero no la tenemos”, cuestionó Faisal Asaad, dueño del Hostal Palo Alto.

Según las estadísticas de la Cámara de Comercio de San Andrés, al cierre de junio 163 empresas habían cesado por completo su actividad económica, 93 de las cuales estaban especializadas en turismo, y 70 comercios habían entregado sus locales comerciales, lo que significaba que 2.420 personas estaban desempleadas, sin contar los vendedores informales.