Desde que comenzó la pandemia por Covid-19 en Colombia, el Banco de la República ha tenido que echar mano del oro disponible en las reservas de la Nación para anteponerse a la crisis económica que trajo el virus.
Según datos del World Gold Council, organización de desarrollo y mercado para la industria del oro, durante los 9 meses transcurridos del año han salido unas 10 toneladas de este metal precioso de las arcas del país..
Un informe del Banco de la República da cuenta de que en mayo de este año 1.8 billones de pesos ingresaron al país por ventas de lingotes de oro, es decir, un 67% de las tenencias del metal salieron al mercado mundial para combatir los efectos económicos adversos de la pandemia.
En Latinoamérica, Colombia es uno de los países con las reservas de oro más bajas del continente. En Bogotá está ubicado el Museo del Oro, con fama mundial por sus carácter histórico y, aunque parezca irónico, esto da la impresión de que el país tiene una reserva importante de lingotes, pero en realidad, el metal cada vez es más escaso.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), durante el 2020 la mayor parte de los países han vendido parte de sus reservas en oro y solo unos pocos han comprado el metal. Para el caso colombiano los criterios con los que el Banco de la República administra los lingotes de reservas son: seguridad, liquidez y rentabilidad, en ese orden.
El Gobierno de Iván Duque vendió el equivalente a dos tercios de las reservas de oro, metal es considerado como un activo refugio por los inversionistas ante la volatilidad de los mercados financieros.
Sin embargo, pese a que Colombia recibió 475 millones de dólares por la venta del oro, pudo haber obtenido muchos más recursos teniendo en cuenta que el apetito por este metal precioso aumentó en agosto y elevó su precio pasando de los 1.736 dólares hasta los 2.075 dólares por onza.