Elecciones en España: 9 cosas que el próximo gobierno puede hacer por la Ciencia

Por Marta Macho-Stadler, Gonzalo Delgado Pando, Javier Escudero, Lucía Gallego y Rosa Porcel Roldán

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(Getty)
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Con motivo de las elecciones generales del domingo, de las que saldrá un nuevo Gobierno, cinco científicos exponen las líneas maestras de la política científica que esperan del Ejecutivo.

Marta Macho Stadler, matemática

Al nuevo gobierno le pediría que fuera valiente en dos aspectos esenciales. Le solicitaría que apostara por la ciencia básica, esa que no genera resultados en el tiempo que dura una legislatura, pero sí conocimiento y, a largo plazo, beneficios para toda la sociedad. Requiere valor porque es difícil cuantificar los logros conseguidos. Es una apuesta a futuro, no por motivos partidistas o electoralistas. Sin ciencia básica el conocimiento no deja de ser parcial.

En segundo lugar, le pediría que aprobara políticas osadas que apoyen a las mujeres que, aun hoy en día, tienen serias dificultades para llegar a los puestos de decisión y dirección en igualdad de condiciones. Numerosos estudios indican que las dificultades de las mujeres en la carrera investigadora son, en general, mayores que las de sus compañeros varones. Intentar neutralizar esta tendencia es justo y positivo para el avance de la ciencia.

Javier Escudero, ingeniero analista de datos biomédicos

Es urgente que el próximo gobierno dé pasos decididos y firmes para hacer de la ciencia el motor del desarrollo económico y social del país.

Tras los durísimos recortes que ha sufrido el sistema español de I+D+i durante una década, el nuevo ejecutivo debe estabilizar el sistema y hacerlo independiente de vaivenes políticos y económicos.

También dotarlo de una financiación robusta y creciente que permita alcanzar la media europea al final de la legislatura.

Por último, promover la captación de talento, tanto nacional como foráneo, con un sistema de contrataciones flexible, transparente y meritocrático.

Los partidos políticos parecen estar de acuerdo en la importancia de la ciencia para el desarrollo del país, y en los últimos meses hemos sido testigos de algunos primeros pasos para reducir las trabas burocráticas, pero tanto el Gobierno como los grupos parlamentarios deben pasar con premura de las palabras, a los hechos.

Lucía Gallego, microbióloga

Una ciencia de calidad resulta imprescindible para el desarrollo de los países y su bienestar social. Para lograrlo, además de aumentar la inversión y revertir los recortes, se deberían eliminar las desigualdades.

Conseguir este objetivo implica fomentar otro modelo de hacer ciencia, colaborativo (en vez de competitivo) e inclusivo (en vez de individualista) en el que se valore el valor y proyección social de las investigaciones más que el número de publicaciones resultante.

También hay que promover la participación de mujeres como sujetos activos, fomentando las vocaciones científicas en niñas e incidiendo en los factores que hacen abandonar a las jóvenes investigadoras.

Por último, es necesario generar conocimiento sobre la manera que las mujeres enfrentan las enfermedades fomentando la inclusión de mujeres como sujetos de estudio en los ensayos clínicos, y animales hembra en experimentación, con una ley como la que ya existe en EE UU.

Gonzalo Delgado Pando, científico y tecnólogo de alimentos

Tengo poca esperanza en que el nuevo gobierno haga grandes avances en materia científica. Ojalá me equivoque, pero dudo que se empiece a valorar la ciencia de la noche a la mañana si ni siquiera se le da la importancia que debería tener en los programas electorales y durante la campaña. La ciencia no vende, no atrae votos, y eso es muy triste.

Sin una fuerte inversión pública en I+D+i no alcanzaremos los niveles de competitividad de muchos países europeos. No solo eso: si no educamos a la gente para que vea que invertir en ciencia ayuda a generar más empleo y a mejorar la competitividad de las empresas, no avanzaremos.

Lo que debería hacer este país es apostar por el futuro y no hay futuro creíble sin ciencia. Por eso, seguiremos vendidos al cortoplacismo hasta que no cambiemos la mentalidad de la sociedad sobre este tema.

A mí me gustaría ver no solo avances en la estabilidad de la carrera investigadora pública, sin duda necesarios, sino también en las colaboraciones público-privadas y en la mentalidad empresarial respecto a la investigación.

Rosa Porcel, biotecnóloga

Todo se puede resumir en tres puntos: economía, precariedad y divulgación.

La ciencia debe ser uno de los pilares estructurales del desarrollo económico de nuestro país (ya lo es en otros) y, por tanto, del bienestar.

Nuestro país debe ser competitivo para que hablar de ciencia española sea sinónimo de calidad, fiabilidad e innovación. Para ello se debe potenciar y premiar el talento y el conocimiento para que se quede aquí. El problema está en que la falta de dinero se traduce en precariedad laboral y frustración de vocaciones científicas.

Necesitamos estabilidad; conciliación laboral (que todavía dificulta la carrera de las mujeres); financiación pública, importante para la ciencia básica, y privada. También reducir el exceso de burocracia y trabajo administrativo al que estamos sometidos. Por último, se debe fomentar la divulgación científica y la lucha contra las pseudociencias.

La ciencia también es cultura y espero que el nuevo gobierno sepa promoverla.

 

Marta Macho-Stadler: Profesora de matemáticas, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

Gonzalo Delgado Pando: Research Officer. Calidad de los Alimentos y Análisis Sensorial, Teagasc

Javier Escudero: Lecturer in biomedical signal processing, University of Edinburgh

Lucía Gallego: Profesora de Microbiología Médica, Facultad de Medicina y Enfermería, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

Rosa Porcel Roldán: Investigadora en Biotecnología Vegetal, Universitat Politècnica de València
Publicado originalmente en The Conversation.The Conversation