Un comité de la ONU determinó que la investigación y proceso contra el ex presidente Lula no fue imparcial

El ex juez Sergio Moro actuó “arbitrariamente”. En 2021 el Tribunal Federal anuló la condena al ex mandatario brasileño

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El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasilia, Brasil, el 28 de abril de 2022. REUTERS/Andressa Anholete
El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasilia, Brasil, el 28 de abril de 2022. REUTERS/Andressa Anholete

El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas afirmó hoy que la investigación y proceso contra el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a 12 años de prisión por delitos de corrupción, no fue “imparcial” y violó derechos como el de la intimidad o el de la presunción de inocencia.

“Si bien los Estados tienen el derecho de investigar y perseguir los actos de corrupción, así como de mantener informada a la población especialmente cuando se trata de un expresidente del Gobierno, estas acciones deben llevarse a cabo de una manera justa y respetando las garantías del debido proceso”, indicó el comité.

El ex mandatario calificó como una “decisión histórica” la conclusión del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

“Esa es una decisión histórica. Una victoria no solo del presidente Lula, sino de todos aquellos que creen en la democracia y en el Estado de derecho”, afirmó el abogado Cristiano Zanin, jefe del equipo responsable de la defensa del exmandatario, en una rueda de prensa en Sao Paulo.

Lula, presidente de Brasil entre 2003 y 2010, fue investigado en 2016 por su presunta vinculación con la mayor trama de corrupción en el país, en el marco de la operación Lava Jato.

La investigación, dirigida por el exjuez del Tribunal Penal Federal Sergio Moro, destapó episodios de corrupción entre la petrolera estatal Petrobrás, algunas empresas constructoras y varios políticos brasileños.

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro (i), habla con el exministro de Justicia y Seguridad, Sergio Moro. EFE
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro (i), habla con el exministro de Justicia y Seguridad, Sergio Moro. EFE

Durante el proceso judicial en el que Lula estuvo inmerso, el juez Moro autorizó al fiscal la intervención del teléfono personal del ex presidente así como de sus familiares.

Según afirma el comité de Naciones Unidas, estas escuchas fueron filtradas a la prensa antes incluso de que el fiscal presentara formalmente los cargos, en lo que se identifica como una “clara violación a su derecho de la intimidad”.

También se emitió una orden de detención para interrogar a Lula que igualmente fue revelada a la prensa, que tomó fotos en las que aparentemente Lula era detenido, en otra vulneración de su derecho a la libertad personal, indicó el comité.

Una vez concluido el juicio, Lula fue condenado a nueve años de prisión en julio de 2017 y seis meses más tarde el Tribunal Federal amplió su sentencia a 12 años.

El ex presidente comenzó a cumplir su condena en abril de 2018, mientras sus apelaciones estaban pendientes, y se le denegó el derecho político a presentarse como candidato a las elecciones nacionales que se celebraron en octubre de ese mismo año.

Después de casi tres años en prisión, en 2021 el Tribunal Federal dictaminó que el ex juez Moro actuó “arbitrariamente” y anuló su condena.

“Aunque se anuló la condena y el encarcelamiento de Lula en 2021, estas decisiones no fueron suficiente oportunas y eficaces para evitar o reparar los abusos”, indicó el comité de la ONU.

IMAGEN DE ARCHIVO. El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva habla en el Sindicato de Metalúrgicos de ABC, en Sao Bernardo do Campo, Brasil. Enero 29, 2022. REUTERS/Carla Carniel
IMAGEN DE ARCHIVO. El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva habla en el Sindicato de Metalúrgicos de ABC, en Sao Bernardo do Campo, Brasil. Enero 29, 2022. REUTERS/Carla Carniel

Dicho organismo exigió a Brasil que garantice el cumplimiento de las garantías de debido proceso en juicios futuros, incluidos los que pudiera encarar el propio Lula.

El pasado 19 de abril, Lula Da Silva confirmó su precandidatura para las elecciones presidenciales de Brasil. “Estoy acostumbrado a participar en las elecciones. (...) Creo que tenemos un buen historial de gobiernos. Tendré el lanzamiento de mi pre candidatura el 7 de mayo y luego quiero recorrer Brasil”, escribió en Twitter.

El ex presidente, favorito hasta ahora para las elecciones presidenciales de octubre, afirmó que, de ganar los comicios, revocaría las decisiones del actual mandatario, Jair Bolsonaro, que afectan a los pueblos indígenas, incluidas las que promueven la minería en sus tierras.

El dirigente izquierdista también se comprometió a nombrar a un indígena como ministro de Asuntos Indígenas si logra recuperar el cargo que ocupó entre 2003 y 2010.

Lula dijo a unos 7.000 miembros de grupos indígenas reunidos en la capital, Brasilia, que cada “decreto de Bolsonaro que cree problemas tendrá que ser revocado inmediatamente”.

(Con información de EFE)

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