Uruguay podría usar las dosis de AstraZeneca para reforzar la vacunación contra el COVID-19 en la frontera con Brasil

El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, remarcó que el inoculante es considerado “eficaz, seguro y con un alto nivel de protección en primera dosis” pese a los inusuales vínculos con casos de trombosis que tiene en vilo su aplicación en países europeos

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Un vial con la vacuna para el COVID-19 de AstraZeneca (REUTERS/Hannibal Hanschk/Archivo)
Un vial con la vacuna para el COVID-19 de AstraZeneca (REUTERS/Hannibal Hanschk/Archivo)

El gobierno uruguayo está considerando la posibilidad de enviar las 48.000 dosis de la vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca, recibidas el pasado 4 de abril, a la frontera con Brasil, epicentro actual de la pandemia a nivel global.

Así lo indicó este miércoles el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, quien ante los reportes de agencias europeas sobre inusuales casos de trombosis entre personas vacunadas -y restricciones en distintos países a su aplicación- reiteró que susbeneficios superan ampliamente a los riesgos”, y que la recomendación es “la vacunación en mayores de 60 años”.

Con 48.000 (dosis) podemos reforzar algún programa particular, como aumentar o incrementar en los vacunatorios en frontera”, dijo Salinas, quien compareció en rueda de prensa en la Torre Ejecutiva de Montevideo junto al presidente Luis Lacalle Pou y el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado.

El ministro, neurólogo de formación, indicó que solo se hallaron 205 casos de trombosis “particularmente en mujeres menores de 55 años” entre las 34 millones de vacunas administradas en todo el mundo, por lo que la vacuna se considera “eficaz, segura y con un alto nivel de protección en primera dosis”.

La administración considera que la campaña de vacunación, iniciada el 1 de marzo, avanza a buen ritmo. Al 7de abril, un 22,19 por ciento de la población ya había recibido al menos una de las dos dosis de la vacuna. Uruguay aplica aquellas desarrolladas por el laboratorio chino Coronavac y el estadounidense Pfizer junto al alemán BioNtech.

En la imagen, el ministro uruguayo de Salud Pública, Daniel Salinas. EFE/Federico Anfitti/Archivo
En la imagen, el ministro uruguayo de Salud Pública, Daniel Salinas. EFE/Federico Anfitti/Archivo

Uruguay adquirió 3,8 millones de dosis de Sinovac y Pfizer, de las que ya están en el país unos dos millones. Además, se inscribió en la plataforma Covax, bajo el paraguas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Posteriormente, el Gobierno de Luis Lacalle Pou concretó la adquisición de 1,55 millones de dosis más del laboratorio chino, cuya llegada está prevista en mayo.

Uruguay estableció inicialmente como grupos prioritarios para administrar la vacuna del laboratorio chino a docentes, policías, bomberos, militares en servicio y trabajadores del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay menores de 60 años.

Ante una menor demanda de la esperada, la cartera de Sanidad envió dosis a la frontera con Brasil, la zona más castigada por la pandemia en el país, y a la población carcelaria. Después, abrió la agenda para inocular a la población de 18 a 70 años.

El 12 de marzo comenzó la vacunación con Pfizer al personal sanitario, a residencias de mayores y personas de más de 80 años. Además, ahora agregó a las personas de 71 a 79.

Desde el 13 de marzo de 2020, cuando se declaró la emergencia sanitaria, Uruguay acumula 126.987 positivos (26.919 personas cursando actualmente la enfermedad, de las que 432 están internadas en cuidados intensivos) y 1.231 muertes.

(Con información de EFE)

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