El drama de la familia de una mujer que murió de coronavirus en Bolivia y fue sepultada luego de 35 horas

Enterrar a los muertos en tiempos de COVID-19 se volvió un drama en varias regiones del país

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Familiares despiden el féretro con los restos de un fallecido, a las puertas del cementerio general de la ciudad, que tiene problemas para realizar funerales ante el aumento de víctimas por COVID-19 en Cochabamba (Bolivia). EFE/Jorge Ábrego
Familiares despiden el féretro con los restos de un fallecido, a las puertas del cementerio general de la ciudad, que tiene problemas para realizar funerales ante el aumento de víctimas por COVID-19 en Cochabamba (Bolivia). EFE/Jorge Ábrego

Enterrar a los muertos en tiempos de COVID-19 se volvió un drama en varias regiones de Bolivia, donde ante la alta demanda de nichos y cremaciones los familiares deben esperar horas e incluso días con los cuerpos de los difuntos en sus hogares, con miedo a represalias de sus vecinos.

Darles un entierro digno a los muertos se ha vuelto una peregrinación, con familiares que se acercan todos los días hasta las puertas de los cementerios esperando una respuesta para llevar el cuerpo de su difunto.

Ese fue el caso de Willma C., quien murió de coronavirus el martes a las 6:00 y finalmente su familia consiguió los recursos para sepultarla tras 35 horas de larga espera. Su esposo y sus 11 hijos la despidieron a las 17:00 de este miércoles en el cementerio La Cuchilla. Quedaron endeudados y con muchas necesidades, según informó la prensa local.

Rodrigo Madeira, de 24 años, narró que tuvieron que pedir dinero prestado para pagar la funeraria y cubrir otras necesidades urgentes para dar sepultura a su madre. “Soy el único que trabaja. Mi padre se siente fatigado y tiene tos (síntomas de Covid-19) y no está trabajando”, explicó, según recoge el periódico El Deber.

El mismo diario consigna que la mujer, de 43 años, peregrinó en los brazos de sus hijos y esposo por cinco hospitales de la capital cruceña, pero no la pudieron atender por falta de espacio, según versiones del mayor de los hijos. “Nadie quiso recibir a mi madre el lunes, por eso la traje de nuevo a la casa”, contó.

Tras el entierro, los vecinos y el mayor de los hermanos revelaron que han quedado con deudas.

Familiares despiden el féretro con los restos de un fallecido a las puertas del cementerio general de la ciudad, que tiene problemas para realizar funerales ante el aumento de víctimas por COVID-19, este miércoles en Cochabamba (Bolivia). EFE/Jorge Ábrego
Familiares despiden el féretro con los restos de un fallecido a las puertas del cementerio general de la ciudad, que tiene problemas para realizar funerales ante el aumento de víctimas por COVID-19, este miércoles en Cochabamba (Bolivia). EFE/Jorge Ábrego

Familiares y funerarias piden soluciones

Un caso similar vive otra mujer, que prefiere no ser identificada, que también busca darle sepultura a un familiar y ante la falta de respuesta amenaza con dejar al muerto en la puerta de casa de un concejal o en la plaza frente a la Alcaldía.

“Hacer retornar el cuerpo al barrio va a ser para que la gente misma venga en contra de nosotros, incluso estamos con miedo que nos apedreen, porque la gente no quiere, ahora qué voy a hacer”, dijo a la agencia EFE la mujer.

Rayi Mitre, una de las representantes de las funerarias, indicó que esta misma situación se repite en al menos 40 hogares que esperan un espacio en el cementerio. “Tenemos fallecidos desde el 25 de junio que no tenemos dónde enterrarlos, los cementerios que tienen tierra no nos aceptan, qué vamos a hacer”, cuestionó.

Mitre sostuvo que es necesario que las autoridades den una solución inmediata y que habiliten más espacios para los entierros o dar paso a un cementerio exclusivamente para positivos de COVID-19, para evitar esta dramática situación.

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