El caso provocó un revuelo a fines de enero: el ejército de México incautó una tonelada de cocaína en un jet privado que provenía de Argentina. A 20 días del hecho, se conoció que el vuelo hizo una parada en el aeropuerto de Guayaramerín, Bolivia, para cargar la droga y reabastecerse de combustible.
El periódico boliviano El Deber consignó que el pasado 28 de enero, a eso de las 5:30 de la madrugada, la terminal de Guayaramerín fue cerrada. Datos que provienen de la investigación indican que no hubo movimiento en el aeropuerto hasta que el “narcojet” (así lo bautizaron en Bolivia) aterrizó en ese sitio.
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) de Bolivia abrió una investigación que dio como resultado la detención de personas claves: dos funcionarios de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana), uno encargado de la torre de control y el otro de meteorología; además del trabajador al servicio de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que se encargó del reabastecimiento de combustible de la aeronave.
Según el mismo diario, los detenidos reconocieron que “cada uno cumplía su rol”. El dato que llama la atención es que la terminal fue completamente cerrada por unas horas.
Los implicados admitieron que esa madrugada se atendió la llegada del jet e, incluso, el trabajador de YPFB se sinceró al señalar que ese día no registró el costo del combustible cargado a la nave (que es de USD 4.000) y que por ese motivo perdió su ganancia.
El Deber publicó que, tras el operativo en el aeropuerto, se secuestraron las avionetas con matrículas Cp-2200 y Cp-2631 y documentación. También estableció que el líder del grupo, alias “Capitán”, fue el que se encargó de neutralizar todos los controles para que el “narcojet” llegue, cargue la tonelada de cocaína, se aprovisione de combustible y sea chequeado por mecánicos de aviación. El cabecilla sigue prófugo.
El aeropuerto de Guayaramerín
De acuerdo con datos revelados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de México, se incautó cerca de una tonelada de cocaína, que estaba distribuida en 32 paquetes. El valor estimado en el mercado es de casi USD 12 millones.
La detección de esta avioneta se dio mediante el Sistema Integral de Vigilancia Aérea de la Sedena, por lo que se desplegaron aeronaves mexicanas con el fin de realizar su seguimiento. Al darse cuenta de la presencia de aviones militares, la tripulación decidió aterrizar de manera forzada en el aeródromo de Mahahual, en Quintana Roo, en donde fueron detenidos.
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