En Bolivia se viven días inciertos, de alta tensión, donde el oficialismo debilitado se juega al todo o nada para mantenerse en el poder. Mientras que miles de personas se dirigen a La Paz para pedir la renuncia de Evo Morales, a quien acusan de realizar fraude en las pasadas elecciones, sus simpatizantes bloquean los accesos a la capital para así frenar la multitudinaria avanzada opositora.
El sábado miles de personas partieron de ciudades como Chuquisaca y Potosi, entre otras, rumbo a La Paz con una misión clara: pedir la renuncia de Morales. Cuando algunas de las caravanas llegaron a Oruro, uno de los principales centro mineros del país, fueron recibidas con vivas y aplausos por parte de la población.
Sin embargo, cuando dejaron esta ciudad y llegaron hasta la población de Vila Vila, fueron emboscados por simpatizantes de Morales, quienes lanzaron piedras a los colectivos. Los vehículos fueron rociados con kerosene y las personas se tuvieron que bajar de éstos. Cuando lo hicieron fueron azotados por los pobladores y despojados de sus pertenencias, informó el diario boliviano El Deber.
“Hemos corrido como hemos podido. El gobernador de Oruro ha dado la orden. Las chicas que estaban en los buses. A las chicas las intentaron abusar sexualmente. Dos chicas fueron secuestradas y eran rehenes, no sabemos qué ha sido de ellas ni cómo están”, denunció una de las jóvenes que viajaba en la caravana.
Sectores leales a Morales cortaron, por su parte, una ruta que conduce al aeropuerto internacional de El Alto, que sirve a La Paz, aunque los vuelos domésticos e internacionales se efectuaron con normalidad.
El corte de la autopista intenta impedir la llegada a La Paz de adversarios del gobernante que vienen en buses desde el interior para reforzar las protestas contra el jefe de Estado, que denunció que está en marcha un golpe de Estado en su contra.
“No vamos a dejar pasar ningún bus, sabemos que están llegando (los opositores). Este peaje va a ser nuestro cuartel general”, declaró Ernesto Quispe, dirigente de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto, a la red televisiva privada PAT.
El dirigente cívico de Potosí, Marco Pumari, anunció que unos 3.000 mineros están rumbo a La Paz para reforzar las protestas.
Distintos grupos opositores se han desplazado desde el viernes a la sede de gobierno para reforzar el movimiento ciudadano.
A todo esto se suma la sublevación de varios grupos de policías en el país entre la noche del viernes y este sábado, en desacuerdo con la actuación del presidente Morales en la crisis desencadenada s tras las elecciones del 20 de octubre, en las que fue proclamado vencedor para un cuarto mandato.
La oposición y movimientos cívicos denuncian que hubo un fraude electoral, por lo que exigen la renuncia del mandatario y la convocatoria de nuevas elecciones.
Las protestas desde el día después de los comicios dejan tres muertos entre partidarios y contrarios al presidente y 384 heridos, según datos de la Defensoría.
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