La broma de Jair Bolsonaro a Sergio Moro firmando autógrafos

Durante un encuentro con estudiantes en el palacio gubernamental, el presidente de Brasil festejó un chiste que le hizo a su ministro de Justicia vinculado a la condena a prisión de Lula da Silva

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El presidente Jair Bolsonaro bromeó con el ministro de Justicia, Sergio Moro, durante la visita el jueves de un grupo de estudiantes al Palácio do Planalto, sede del poder ejecutivo de Brasil.

En un momento, el grupo de jóvenes le entregó una camiseta a Bolsonaro y Moro para que pusieran sus firmas a modo de autógrafos y, cuando iba a devolverla, el presidente de Brasil leyó lo que había escrito su ministro y dijo "¿Lula libre?", fingiendo sorpresa.

Luego, riendo, Bolsonaro bromeó sobre la reacción del ministro: "Moro dijo '¡Se puso pesado!'". A su lado, el canciller Ernesto Araújo también encontró gracioso el comentario.

Antes de ser el ministro de Justicia del gobierno de Bolsonaro, Moro fue el juez responsable de la Operación Lava Jato sobre lavado de dinero en Brasil y condenó al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva a nueve años y medio de prisión.

Bolsonaro y Moro se consideran buenos amigos: el pasado 12 de junio estuvieron juntos en un partido del Flamengo (O Globo)
Bolsonaro y Moro se consideran buenos amigos: el pasado 12 de junio estuvieron juntos en un partido del Flamengo (O Globo)

Un consejo escatológico

Por otro lado, Jair Bolsonaro propuso este viernes una "receta milagrosa" para preservar el medioambiente: "Hacer caca día sí, día no", en un nuevo comentario lleno de sarcasmo de este escéptico del cambio climático.

El mandatario respondió de este modo a la pregunta de un periodista sobre la posibilidad de conciliar "el crecimiento económico y la preservación del medio ambiente", teniendo en cuenta el desafío de alimentar a la creciente población mundial.

"Basta con comer un poco menos. Me estás hablando de una contaminación ambiental. Solo con hacer caca día sí, día no, mejoraremos bastante nuestra vida", ironizó a la salida de la residencia presidencial en Brasilia.

"El mundo crece 70 millones [de habitantes] por año, necesita una política de planificación", prosiguió Bolsonaro, aclarando que no se refería a un "control de la natalidad", un concepto contra el cual batallan muchas de las Iglesias cristianas que lo apoyan.

"No [escribas que] es control, porque sino Folha titulará mañana que estoy diciendo que tiene que haber control de la natalidad", agregó, refiriéndose a Folha de S.Paulo, uno de los mayores diarios del país, frecuentemente crítico de las políticas gubernamentales.

"Puedes ver que las personas que tienen más cultura tienen menos hijos. Yo soy una excepción a la regla, tengo cinco", agregó.

Jair Bolsonaro, presidente de Brasil (Reuters)
Jair Bolsonaro, presidente de Brasil (Reuters)

Bolsonaro cuestionó en las últimas semanas las cifras oficiales que revelan un fuerte aumento de la deforestación en la selva amazónica en los últimos meses (+90% en junio y +278% en julio en comparación con los mismos meses del año pasado).

El lunes, tachó de "malos brasileños" a quienes "se atreven a hacer campaña con números mentirosos" contra la Amazonía brasileña.

El martes, ante líderes empresariales, el ex capitán del ejército bromeó sobre la percepción que se tiene de él en el extranjero. "Fuera de Brasil, soy el Capitán Motosierra", dijo.

Y el viernes destituyó al director del Instituto de Investigaciones Espaciales (INPE), que publica los datos de deforestación en base a observaciones de satélites.

Con información de AFP

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