Los tres principales denunciantes de un escándalo de abuso sexual en la Iglesia católica de Chile serán recibidos por el papa Francisco a fines de abril en el hotel del Vaticano donde reside el pontífice.
Así lo confirmó Juan Carlos Cruz, víctima del sacerdote Juan Barros, a la agencia AP, y además reveló que él y los otros dos denunciantes aceptaron la invitación del pontífice de viajar a Roma para que el papa pueda disculparse personalmente por haberlos desacreditado durante su reciente visita a Chile.
En ese sentido, Cruz dijo que los denunciantes hablarán con Francisco acerca de los abusos sexuales y el encubrimiento que líderes eclesiásticos cometieron durante décadas, y cómo desacreditaron y difamaron a las víctimas que los denunciaron.
En sus declaraciones, Cruz agregó que el Papa parece haber "abierto sus ojos a la realidad … de miles de vidas que han sido crucificadas" por los sacerdotes que violan y manosean a niños.
Esta semana, Francisco expresó su cambio radical de postura en una carta enviada a los obispos de Chile en la que admitió que cometió "graves errores de juicio" en el caso de Barros, a quién Cruz y otras víctimas acusan de haber presenciado e ignorado los abusos en su contra. Barros, protegido del sacerdote pederasta Fernando Karadima, negó esas acusaciones.
En la carta, Francisco atribuyó sus errores a una falta de "información veraz y equilibrada", y dijo que quería disculparse en persona con las personas a quienes ofendió.
Al respecto, Cruz dijo que él y otras dos víctimas chilenas, Jimmy Hamilton y José Andrés Murillo, habían estado en conversaciones por algún tiempo para organizar la visita, y adelantó que los tres se reunirán con Francisco individualmente y como grupo el fin de semana del 28 y 29 de abril.
En Roma, se reunirán además con el padre Jordi Bertomeu, el funcionario del Vaticano que junto con el arzobispo maltés Charles Scicluna preparó el informe de 2.300 páginas sobre Barros que hizo cambiar de parecer al papa.
El miércoles, Francisco había reconocido que tuvo "graves equivocaciones de valoración y percepción" en el caso de las denuncias por encubrimiento de abusos contra el obispo chileno Juan Barros, y anunció la convocatoria al Vaticano a los obispos del país trasandino y a "representantes" de las víctimas, "sin prejuicios ni ideas preconcebidas".
"En lo que me toca, reconozco y así quiero que lo transmitan fielmente, que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada", aseguró el pontífice en una carta enviada a los obispos chilenos tras el análisis de la misión del fiscal vaticano Charles Scicluna, a quien envió a ese país en febrero para escuchar testimonios de víctimas de abusos.
La carta, que no toma ninguna decisión de fondo sobre el caos que marcó la agenda de su última visita a Chile en enero, muestra de todos modos un claro cambio de tono en el lenguaje de Francisco, quien dos veces ya había rechazado la renuncia de Barros por considerarlo "inocente" hasta que no hubiera "evidencias" en su contra.
"Ya desde ahora pido perdón a todos aquellos a los que ofendí, y espero poder hacerlo personalmente, en las próximas semanas, en las reuniones que tendré con representantes de las personas entrevistadas", agregó el pontífice en la misiva divulgada este miércoles por el Vaticano.
"Ahora, tras una lectura pausada de las actas de dicha misión especial, creo poder afirmar que los testimonios recogidos hablan en modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas, y les confieso que ello me causa dolor y vergüenza", agregó el pontífice sobre los 64 testimonios que recogió Scicluna.
Francisco adelantó también que convocará al Vaticano a los obispos chilenos "para dialogar sobre las conclusiones de la mencionada visita y sus propias conclusiones".
"He pensado en dicho encuentro como en un momento fraternal, sin prejuicios ni ideas preconcebidas, con el sólo objetivo de hacer resplandecer la verdad en nuestras vidas", señaló Jorge Bergoglio en el documento dado a conocer de manera simultánea en Chile y la Santa Sede.
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