Una exposición relaciona la riqueza de Cataluña en el siglo XIX y la esclavitud en América

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Barcelona, 19 feb (EFE).- El Museo Marítimo de Barcelona muestra en la exposición 'La infamia' la 'cara B' de la riqueza de la burguesía catalana del siglo XIX, construida a partir del esclavismo colonial de manera especial en Cuba y Puerto Rico.

El proyecto se inscribe en la actual corriente de países como Francia, Reino Unido, Dinamarca, Portugal y Estados Unidos, que ya llevan años revisando su pasado colonial y su papel en la trata de personas esclavizadas.

En España, algunos historiadores de todo el país han empezado a preocuparse por este tema y han comenzado a dibujar un pasado oculto, más importante de lo que se pensaba.

Con esta exposición, que estará abierta al público desde el próximo viernes, día 21, hasta el 5 de octubre, el Museo Marítimo de Barcelona toma parte en este proceso para interpelar a la sociedad española contemporánea, "mucho más plural y compleja que la de aquella época, para que se comprometa a revisar su pasado".

'La infamia' profundiza en la participación de Cataluña (noreste de España) en el tráfico atlántico de personas cautivas para ser esclavizadas y en hasta qué punto los negocios de los comerciantes catalanes, sobre todo en Cuba y Puerto Rico, se hicieron con mano de obra esclavizada.

También se interroga sobre cuántos de aquellos capitales se repatriaron a Cataluña y de qué forma aquellos beneficios provenientes de la esclavitud revirtieron en el desarrollo económico de la región en el siglo XIX cuando se produjo la industrialización.

La primera parte del recorrido enseña la 'cara B' del crecimiento económico, identificando a capitanes de barcos negreros con destino a América y algunos catalanes que organizaron expediciones de trata de personas.

Elementos como un mapa interactivo de las casas construidas en Barcelona con capitales provenientes de la explotación esclavista que aún perviven en la ciudad o una maqueta gigante de un ingenio -un tipo de hacienda colonial española que empleaba esclavos- arrojan una mirada crítica sobre las responsabilidades históricas y las consecuencias sociales de aquella época.

La exposición concluye con una sala presidida por el audiovisual 'Una historia de reconciliación', creado por la cineasta guineana Sally Fenaux expresamente para la ocasión, que interpela al público actual sobre la persistencia del racismo.

Diversos objetos de la cultura popular, mayoritariamente destinados a los más pequeños, reflejan ese racismo latente como en el caso de la antigua publicidad de productos como Cola-Cao o Conguitos o el cómic de 'Tintin en el Congo'. EFE

(foto) (vídeo)