Candidato conservador alemán quiere terminar la práctica de tolerar migrantes irregulares

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Berlín, 19 feb (EFE).- El candidato conservador a canciller en las elecciones generales de Alemania del próximo domingo, Friedrich Merz, propuso este miércoles poner fin a la práctica de tolerar a migrantes que no tienen permiso de residencia formal pero a las que se les permite quedarse en el país por la imposibilidad de deportarlos.

"Hemos propuesto exactamente eso", señaló Merz en un debate electoral que le enfrentó al canciller alemán, Olaf Scholz, en la cadena Welt-TV.

Los moderadores le había preguntado si cree que "tiene sentido suprimir este instrumento de tolerancia y, en su lugar, poner bajo custodia estatal a las personas obligadas a abandonar el país", para que no vuelvan a ocurrir atentados como el reciente atropello por un afgano de manifestantes sindicales en la ciudad de Múnich, en el que murió una menor y su madre.

El líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y candidato conjunto de esta formación y de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), que encabeza todas las encuestas de intención de voto, acusó a Scholz de no haber hecho nada al respecto en los últimos tres años, junto a Los Verdes, que formaban parte de la coalición de Gobierno que incluía a los liberales y que se rompió en noviembre pasado.

"Llevamos dos años diciéndolo y proponiendo la detención en espera de deportación y la custodia en espera de deportación, que es una propuesta muy concreta que ha sido rechazada", dijo Merz.

El político conservador afirmó que en Alemania hay "unos 500 personas que son amenazas conocidas, principalmente de Afganistán y Siria".

"Y no tenemos medios para detener a estas personas, ponerlas bajo custodia para su expulsión y deportarlas. Están por ahí sueltos y un administrador de distrito de (el estado federado en el suroeste del país) Baden-Württemberg me dice que son bombas de relojería", indicó.

Según Merz, en el país hay unas 40.000 personas que están obligadas a abandonar el país inmediatamente sin permiso de estancia tolerada y otros 180.000 que están tolerados y tienen un estatus que les permite permanecer provisionalmente en Alemania.

"Por supuesto, no pueden detener a todos esos 40.000 que están obligados a abandonar el país inmediatamente. Pero en un país como la República Federal de Alemania debe ser posible sacar de las calles a los delincuentes conocidos, incluidos los que se sabe que son peligrosos, que se conocen por su nombre", recalcó.

Merz sostuvo que la CDU tiene una corresponsabilidad en esta cuestión, ya que fue la excanciller conservadora Angela Merkel la que abrió en 2015 las puertas a decenas de miles de refugiados, pero acusó a su rival socialdemócrata Scholz de haber permitido la llegada de tantos migrantes irregulares en cuatro días como los que se expulsan en un mes.

Los socialdemócratas en Dinamarca lograron solucionar en gran medida este problema y allí la ultraderecha ha desaparecido prácticamente, mientras que en el país centroeuropeo Alternativa para Alemania (AfD) ha duplicado su presencia en los últimos años, advirtió.

El canciller reiteró que el año pasado hubo una reducción en 100.000 migrantes irregulares y este año habrá otros 100.000 menos y que ha aumentado en un 70 % las deportaciones durante su mandato, aunque reconoció que "no es suficiente" y que "hay que seguir avanzando en las expulsiones".

"Seguimos trayendo gente de Afganistán. Somos el único país de toda Europa que sigue trayendo gente local de Afganistán a Alemania", enfatizó Merz, que preguntó: ¿Nos hemos vuelto locos?.

Merz pidió la deportación de los delincuentes afganos "cada semana o cada mes", a lo que Scholz le respondió que Alemania es el único país que ha podido organizar un vuelo de deportación hasta ahora y que eso ha requerido esfuerzos diplomáticos enormes con la ayuda de otros socios.

"Esto no es algo que se pueda hacer cada semana", observó. EFE

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