Simon Stiell dice que si algún país cede en la transición energética otro toma su lugar

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Brasilia, 6 feb (EFE).- El secretario ejecutivo de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell, afirmó este jueves en Brasilia que si algún país "retrocede" en el camino de la transición energética, "otros toman su lugar" para la "necesaria" protección del planeta.

Stiell intervino en una ceremonia realizada en la cancillería de Brasil, país que este año acogerá la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP30), y aludió a esos retrocesos sin citar a ningún país en particular, pero en aparente alusión a recientes decisiones del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El magnate republicano ha retirado a su país del Acuerdo de París y ha suspendido la financiación estadounidense al fondo climático de la ONU, junto con una nueva política energética basada en una fuerte promoción de los combustibles fósiles.

Según Stiell, "algún país puede retroceder", pero "otros toman su lugar" en aras de "un crecimiento económico fuerte, con más empleos, menos contaminación, costos de salud más bajos y acceso a una energía más limpia y más segura".

Aún así, aseguró que "la transición hacia las energías limpias es imparable", por "la escala colosal de oportunidades económicas que ofrece", aunque también alertó de que eso hoy solo es palpable en las naciones más desarrolladas, pues "más de dos tercios de los países" carecen de capacidad financiera.

"Hay flujos masivos de capital en las principales economías, pero las menores aún no son capaces de adherir a los vastos beneficios" que promoverá el abandono de los combustibles fósiles, por lo que la transición energética "se mueve a velocidades muy diferentes", dijo.

En ese sentido, Stiell remarcó la relevancia que tendrá la COP30, que se celebrará a fin de año en la ciudad amazónica de Belém, cuyos resultados consideró que "serán cruciales para la lucha climática".

El funcionario de la ONU sostuvo que uno de los mayores desafíos de la COP30 será aumentar el apoyo a los países más pobres acordado en 2024 en la cumbre de Bakú, donde se consensuó una financiación de 300.000 millones de dólares anuales.

Stiell animó a la comunidad internacional a buscar alternativas para aumentar esos recursos, con el objetivo de "emprender acciones climáticas en escala global".

Subrayó además la importancia de las contribuciones nacionales determinadas (NDC), que recogen los objetivos de cada país para reducir emisiones. Esas metas no son obligatorias, pero el Acuerdo de París plantea que sean renovadas cada cinco años.

El plazo para la presentación de las nuevas NCD vence la semana próxima, pero hasta ahora solo las ha publicado un puñado de países, entre los que figuran Estados Unidos, Suiza, Brasil, Emiratos Árabes Unidos, el Reino Unido y Uruguay.

Pero en el caso de Estados Unidos, fueron anunciadas por el Gobierno del expresidente Joe Biden, antes de que Trump retirara al país del Acuerdo de París y volviera a promocionar los combustibles fósiles. EFE