El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha defendido este jueves que Rusia sea parte de futuras negociaciones de paz en Ucrania, pero ha insistido en que la comunidad internacional debe aprender la lección de los Acuerdos de Minsk de 2014 y fortalecer militarmente a Kiev. "La fuerza militar es un requisito previo para el diálogo. Tenemos que hablar con nuestros vecinos. Por difícil que sea, pero el diálogo sólo funciona cuando está respaldado por defensas fuertes", ha asegurado el jefe político de la OTAN en una conversación con el 'think tank' German Marshall Fund en el que ha hecho repaso a su década al frente de la organización militar. Stoltenberg, que dará el testigo al ex primer ministro neerlandés Mark Rutte el próximo 1 de octubre, ha reflexionado sobre unas futuras negociaciones de paz en Ucrania, asegurando que es partícipe de que Moscú se siente a negociar, pero recalcando que hay que dotar a Ucrania de las herramientas para lograr un resultado positivo para Kiev. "Rusia tiene que formar parte de las futuras conversaciones de paz", ha indicado para insistir en que la comunidad internacional tiene que aprender de los malogrados acuerdos de Minsk tras la que buscaban poner fin a la guerra en el este de Ucrania en 2014. "No trajeron la paz", ha subrayado. Por todo ello, el líder de la OTAN ha defendido que "cualquier acuerdo futuro" debe estar respaldado por un "fuerte apoyo militar a Ucrania y garantías de seguridad creíbles para asegurar una paz duradera". De este modo, el dirigente noruego ha subrayado que "cuanto más creíble sea el apoyo militar a largo plazo", "antes acabará la guerra" en Ucrania. "Dotando a Ucrania de más armas, podemos hacer que Vladimir Putin se dé cuenta de que no puede conseguir lo que quiere por la fuerza. Hacerlo tan costoso que tenga que aceptar que Ucrania tiene el derecho soberano y democrático de persistir como país soberano y democrático", ha señalado, reiterando su argumento de que el fin del conflicto se acerca con el envío de más armas a Ucrania.