Redacción Deportes, 17 sep (EFE).- A sus 24 años y con 24 jonrones, Mark Vientos se ha convertido en la figura inesperada de los Mets en el béisbol de las Grandes Ligas.
El tercera base dominicano-nicaragüense es el tercer jugador de mayor importancia en el ataque de la novena de Nueva York.
Vientos, de madre nicaragüense, y oriundo de Norwalk, Connecticut (Estados Unidos), ha revelado que su amor y todo lo que sabe del béisbol lo aprendió de su padre, quien nació en Santiago (norte de República Dominicana), y reveló que tuvo que mantener viva esa pasión para ganarse su espacio con los Mets.
Fue enviado a liga menor antes del inicio de campaña, ya que el mánager venezolano Carlos Mendoza eligió a Brett Baty para defender la antesala del equipo. Pero regresó con más determinación y a fuerza de batazos excluyó de la posición, y hasta del equipo, a Baty, quien fue enviado en un cambio a los Yanquis, por lo que Vientos se quedó con la titularidad en la tercera base.
Desde entonces no ha parado de batear y es en una pieza vital en el ataque de los Mets. Tras el puertorriqueño Francisco Lindor (6.7), Vientos (2.7) está empatado con Pete Alonso con el segundo mayor porcentaje de triunfos aportados por encima del reemplazo o WAR, la herramienta que mide el aporte global de un jugador, tomando como referencia su bateo, fildeo, corrido de bases, entre otros elementos.
Vientos, quien batea para .270 en lo que va de temporada, promedia un imparable por encuentro, al sumar 100 hits en los 100 partidos que ha disputado.
Además de sus 24 jonrones, contabiliza 21 dobles, lo que le otorga un porcentaje de slugging de .522, el más alto entre todos los bateadores de los Mets, por encima de Lindor y Alonso, quienes lideran el equipo en cuadrangulares, con 31 y 32, respectivamente.
Esos 24 bambinazos que Vientos ha conectado en 370 turnos al bate, incluyendo tres en sus últimos 12 juegos, le otorgan una frecuencia de un cuadrangular por cada 15.4 apariciones al plato.
Ese poder ofensivo es lo que justamente necesitan los Mets, en un tramo final en el que aún no se vislumbra un regreso de Lindor, afectado por un dolor de espalda, y en el que corren ante el asedio de los Bravos, por el tercer y último comodín a la postemporada en la Liga Nacional. EFE
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