La Unión Europea está lejos todavía de la unanimidad requerida para sancionar a dos ministros israelíes por incitar al odio contra el pueblo palestino, como propuso el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, hace unas semanas. Su iniciativa ya está discutiéndose en el marco de los grupos de trabajo del Consejo, con representación de todos los Estados miembros, aunque con pocos avances ya que varias fuentes diplomáticas señalan que no hubo todavía una discusión detallada sobre unas sanciones que generan poco entusiasmo. Sobre la mesa está imponer restricciones al ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, y el titular de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, dos de los perfiles más polémicos del Ejecutivo israelí y que han protagonizado choques con la UE en los últimos meses. La iniciativa incluye también a una organización que promueve la expansión de los asentamientos de colonos en Cisjordania. Según Borrell, ambos han incitado al odio con sus mensajes públicos y apoyado la política de expansión de los asentamientos ilegales en Cisjordania por lo que pide incluirle es las sanciones europeas por "violaciones de Derechos Humanos". Fuentes diplomáticas consultadas por Europa Press apuntan que después de las primeras discusiones relativas a sancionar a Ben Gvir y Smotrich resulta "evidente" que no hay apoyo unánime a la iniciativa del Servicio de Acción Exterior, ya que algunos países tienen una "visión fuerte" respecto a dar este paso. Los Estados miembros no han ahondado en la propuesta y muchos todavía no han aclarado su posición - la mayoría no tomó la palabra en la primera reunión para tratar las posibles sanciones -, mientras que un puñado de Estados miembros se mostró en contra. Distintas delegaciones europeas reconocen que el asunto es de gran sensibilidad y genera incomodidad en el seno de la UE, a la luz de las repercusiones que puede tener en el trato diplomático y las relaciones en general con Israel. A finales de agosto el jefe de la diplomacia europea insistió en avanzar en el trabajo técnico para imponer las sanciones, reclamando que la UE no debe tener "tabús" y debe usar sus herramientas para castigar a ministros israelíes que incitan al odio, pese a que llegó a reconocer que en el seno de la UE hay "opiniones para todos los gustos". Entonces solo Irlanda expresó un apoyo cerrado a la iniciativa de Borrell, mientras que otros países del bloque se ciñeron a pedir sanciones contra colonos violentos implicados en ataques a civiles en Cisjordania. España, por su lado, ha pedido tomar medidas frente a los que buscan "dinamitar la solución de dos Estados", "perpetuar el conflicto" y "extender la violencia" aunque no se ha referido expresamente sobre los dos ministros israelíes.