El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha ironizado este miércoles con la decisión del Gobierno de Alemania de imponer controles en las fronteras terrestres para controlar, entre otras cosas, la inmigración ilegal, un tema sobre el que el mandatario húngaro se ha mostrado especialmente beligerante. "Canciller (Olaf) Scholz, bienvenido al club", ha dicho Orbán en redes sociales, junto a una etiqueta en la que llama a "frenar" la inmigración tras los "estrictos controles fronterizos" anunciados esta semana desde Berlín. El Gobierno de Scholz ha decidido extender estas medidas a todas sus fronteras terrestres bajo el argumento de que son necesarias para contener la llegada de inmigrantes y rebajar la amenaza islamista, pero varios países vecinos como Austria y Polonia ya han expresado públicamente su malestar. Orbán reclama en cambio más medidas en el ámbito de la UE para contener el flujo migratorio, hasta el punto de que su Gobierno ha amenazado con fletar autobuses con migrantes a Bruselas si la Comisión Europea no cambia el rumbo actual de sus políticas.