Varias agencias de Naciones Unidas han alertado este jueves de que las lluvias torrenciales que han afectado recientemente a Yemen agravan la situación humanitaria, en un país en el que casi la mitad de la población necesita ayuda humanitaria para vivir. El Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que están entregando ayuda a las personas más vulnerables, han señalado que "las incesantes lluvias y las catastróficas inundaciones siguen agravando el sufrimiento de las familias que se enfrentan a los efectos de la pobreza, el hombre y el conflicto prolongado". Según sus cálculos, desde principios de mes más de 180.000 personas se han visto afectadas, una cifra que creen que aumentará en los próximos días. "Las lluvias excepcionalmente intensas de esta temporada han provocado inundaciones repentinas en Yemen que están causando estragos en diferentes partes del país. Las casas, los refugios y las pertenencias han sido arrastrados por las aguas", han relatado. "Las devastadoras inundaciones han aumentado las necesidades de la población, que son enormes. Nuestros equipos están trabajando las 24 horas del día para proporcionar ayuda inmediata a las familias afectadas, pero con el aumento de las necesidades y las duras condiciones meteorológicas previstas, las próximas semanas y meses serán fundamentales para garantizar que las familias afectadas puedan recuperarse y, como mínimo, recuperar sus vidas", ha señalado la representante de la UNFPA para Yemen, Enshrah Ahmed. Por su parte, el representante de UNICEF en el país, Peter Hawkins, ha sostenido que la situación en las zonas inundadas "es devastadora" y ha agregado que "el papel de los equipos de respuesta rápida es fundamental en momentos de angustia como este". Las autoridades han cifrado en medio centenar los muertos y cientos los desplazados a causa de las inundaciones "sin precedentes" registradas. Entre las víctimas mortales se encuentran una treintena de fallecidos registrados en Hodeida, la zona más afectada. Muchas de las zonas montañosas del país se han visto aisladas, lo que dificulta las labores de búsqueda y rescate.