Moscú, 14 ago (EFE).- Rusia condenó este miércoles la "provocación" llevada a cabo por el ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultra Itamar Ben Gvir, quien visitó la víspera el complejo de la mezquita de Al Aqsa, donde los judíos tienen prohibido entrar.
"Moscú está extremadamente preocupada por la nueva provocación organizada por el ministro de Seguridad nacional de Israel Ben Gvir", afirmó en un comunicado el Ministerio de Exteriores de Rusia.
Según la diplomacia rusa, "lamentablemente este tipo de desplantes de los partidarios del sionismo religioso se repiten con regularidad".
"Las autoridades de Israel no deberían limitarse a una amonestación, sino tomar medidas efectivas para poner fin a esta práctica dañina, que viola groseramente el 'status quo' de los santuarios de Jerusalén fijado en el acuerdo de paz jordano-israeli de 1994", instó Moscú.
Exteriores alertó que "este tipo de acciones irresponsables atizan los sentimientos radicales tanto en la sociedad israelí como entre los palestinos y socava los esfuerzos internacionales para frenar la violencia del conflicto palestino israelí en el contexto de las acciones bélicas en la franja de Gaza".
Según el 'statu quo' vigente desde 1967 -cuando Israel ocupó la parte este de Jerusalén, donde se encuentra la Explanada-, el recinto está reservado exclusivamente al culto de musulmanes, mientras que los judíos solo pueden entrar como visitantes, ya que las leyes judías prohíben a sus fieles orar en el lugar más sagrado para ellos, algo solo permitido a algunos rabinos.
El ministro Ben Gvir visitó la Explanada la mañana del martes, aprovechando la festividad del Tisha B'av, acompañado de miles de colonos judíos y reivindicó el derecho de los judíos de orar allí; gesto simbólico que ya ha repetido en varias ocasiones provocando la indignación de la población palestina.
Poco después, la Oficina de Netanyahu aseguró en un comunicado que cualquier legislación sobre el lugar de culto -el tercero más importante para el islam tras La Meca y Medina- recae en el Gobierno y no de la "política privada" de ningún ministro.
El rezo judío se practica en el Muro de las Lamentaciones -ubicado en uno de los laterales de la Explanada-, y así lo aconseja el Gran Rabinato de Israel, aunque en los últimos años, algunos rabinos alineados con el movimiento del sionismo religioso han cambiado esa recomendación y abogan por el rezo donde se levantó el Segundo Templo.
Para los palestinos e incluso para Jordania -país que custodia el lugar desde 1967-, ese cambio es más político que religioso, un intento de judaización e israelización de todo Jerusalén. EFE
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