(Actualiza con identidad de muertos y detalles del departamento de Defensa de Israel)
Beirut/Jerusalén, 9 ago (EFE).- Dos miembros de Hizbulá murieron este viernes tras el bombardeo de un dron israelí sobre la localidad de Naqoura, en el sur del Líbano, en medio de la peor escalada en la zona desde 2006 y mientras Israel está a la expectativa de un posible ataque a gran escala por parte del grupo chií libanés.
"Dos terroristas de Hizbulá fueron identificados saliendo de una estructura militar perteneciente a la organización terrorista en el área de Naqoura. Poco después, la Fuerza Aérea los eliminó", indicó el Ejército israelí en un comunicado.
Por su parte, el grupo chií reconoció que los muertos pertenecen a sus filas y los identificó como Hadi Jihad Deeb "Haidar" y Mahdi Mahmud Qusaybani "Siraj".
El avión no tripulado disparó contra Naqoura, en la costa mediterránea, sobre las 7.00 hora local (4.00 GMT), según la Agencia Nacional de Noticias (ANN).
La localidad acoge el cuartel general de la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL), y solo ha sido objetivo de un número limitado de ataques selectivos desde que Hizbulá abrió fuego contra Israel el 8 de octubre pasado en solidaridad con el grupo islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza y está en guerra con Israel.
Además, la milicia propalestina, aliada de Irán, reivindicó dos ataques con cohetes contra Israel de esta mañana, uno "contra una reunión de soldados enemigos" cerca de Metula, y otro contra una brigada israelí en Kiryat Shmona.
El Ejército israelí confirmó que más de 15 cohetes fueron lanzados hacia Kiryat Shmona, de los cuales la mayoría fue interceptada y al menos dos impactaron en la ciudad, causando daños pero no heridos.
En tanto, los proyectiles lanzados hacia Metula cayeron en áreas despobladas.
Esta mañana, la Fuerza Aérea israelí atacó un centro de comando de Hizbulá en Hanauay e infraestructura miliciana en Ayta ash Shab, en el sur libanés, incluyendo un lanzador desde el cual ayer se dispararon una veintena cohetes hacia territorio israelí.
La frontera entre Líbano e Israel vive su peor escalada desde la guerra de 2006, mientras Israel se encuentra a la expectativa de un posible ataque a gran escala de Hizbulá e Irán, en respuesta a los asesinatos la semana pasada de altos cargos del grupo chií y Hamás.
El líder militar del grupo chií, Fuad Shukr, murió en un ataque israelí a las afueras de Beirut el 30 de julio, poco antes del asesinato en Teherán del antes líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en un ataque que Irán atribuye a Israel.
En los últimos días las fuerzas israelíes han intensificado su campaña de bombardeos selectivos en el sur del Líbano, dirigidos principalmente contra miembros de Hizbulá.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, mandó un mensaje el jueves a los habitantes de Líbano para avisarles de que si Hizbulá continúa atacando a Israel, éste responderá "con toda su fuerza", y anoche mantuvo una llamada con su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, sobre la "preparación operativa para defender a Israel contra Irán y sus representantes en la región".
Además, el comandante del Comando Central de Estados Unidos, Michael Erik Kurilla, aterrizó ayer en Israel para su segunda visita esta semana para hacer "preparativos conjuntos en la región".
El Gobierno de Líbano trabaja en un plan de contingencia mientras varios países han pedido a sus ciudadanos evacuar el país y varias aerolíneas han cancelado vuelos a Beirut.
La escalada que estalló en octubre se ha cobrado la vida de casi 600 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado 371 bajas de milicianos y comandantes, algunas en Siria.
En Israel han muerto 47 personas en el norte, de las cuales 22 eran militares y 25, civiles, incluidos los 12 menores que perdieron la vida en el violento ataque contra la localidad drusa de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados. EFE
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