Berlín, 13 dic (EFE).- El juicio contra un alto cargo del espionaje alemán, acusado de haber transmitido informaciones secretas a Rusia en uno de los mayores escándalos de las últimas décadas para los servicios secretos germanos arrancó este miércoles en Berlín en medio de fuertes medidas de seguridad.
La fiscalía general del Estado acusa al empleado del Servicio Federal de Informaciones (BND) Carsten L.- así como al empresario Arthur E., que supuestamente actuaba como correo- de un delito de alta traición de especial gravedad
"Presuntamente captó informaciones secretas de los sistemas de procesado interno del BND y las transmitió a Arthur E., un empresario que presuntamente mantenía contactos con Rusia", declaró la portavoz del tribunal, Lisa Jani, con ocasión del inicio del juicio.
A través de este supuesto cómplice, dichas informaciones eran transmitidas a su destinatario final, el servicio secreto ruso FSB, agregó.
Los hechos ocurrieron presuntamente en otoño del año pasado, cuando Carsten L. habría copiado un total de nueve documentos confidenciales relacionados con la guerra en Ucrania y se los habría entregado al empresario en dos ocasiones, una vez en Berlín y una vez cerca de la sede del BND en Pullach (sur).
Detenido hace casi un año, el empleado del BND, que dirigía el departamento de Exploraciones Técnicas, ha permanecido en prisión preventiva desde entonces y se enfrenta a una pena de prisión de entre cinco años y cadena perpetua, en caso de ser hallado culpable.
Carsten L. no se ha pronunciado de momento con respecto a los hechos, por lo que la reconstrucción de la fiscalía se basa principalmente en la confesión de su presunto cómplice.
El funcionario alemán habría obtenido del FSB 450.000 euros como compensación, a cambio de revelar, según varios medios alemanes, informaciones sobre una operación del BND relacionada con la vigilancia de las comunicaciones del grupo mercenario ruso Wagner.
Según fuentes de los círculos de seguridad citadas por la cadena alemana ARD, después de que estas informaciones llegaran a Moscú, Wagner cambió de forma evidente su sistema de comunicaciones y la operación fracasó.
Según ha trascendido, L. también habría filtrado datos relativos a los sistemas de defensa antiaérea IRIS-T que Alemania ha suministrado a Ucrania.
Lo que puso al BND sobre la pista de su exempleado fueron indicios de otro servicio secreto aliado, lo que condujo a la activación de la fiscalía del Estado.
Según escribió el semanario "Der Spiegel" al conocerse la detención de L. hace un año, se trata "probablemente uno de los mayores casos de espionaje en la historia de los servicios secretos".EFE
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