Experto plantea un esfuerzo regional para hacer frente al autoritarismo en Centroamérica

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San José, 9 jun. En Centroamérica urge impulsar un "esfuerzo regional" para hacer frente al autoritarismo que se está consolidando en esta región frente a democracias todavía frágiles, planteó este viernes el experto costarricense Carlos Rivera Bianchini.

"Si no hacemos esfuerzos regionales, poco vamos a cambiar y avanzar", dijo este antiguo viceministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica (1986-1990) durante un foro denominado "Nicaragua, un desafío para la región centroamericana".

Rivera, presidente de la Fundación para la Paz y la Democracia (Fundapem), indicó que las causas estructurales del actual autoritarismo en Centroamérica son los mismos que llevaron a los gobiernos de la región a firmar el acuerdo de Esquipulas II, que dio paso a la paz en Centroamérica.

En mayo de 1986, los cinco presidentes de Centroamérica se reunieron en un convento en el municipio de Esquipulas, en el este de Guatemala, y manifestaron su intención de lograr un proceso de paz firme y duradero para la región, azotada por diversos conflictos bélicos.

El convenio de paz fue firmado en la reunión de Esquipulas II entre el 6 y 7 de agosto de 1987 por los entonces presidentes Daniel Ortega, de Nicaragua; Vinicio Cerezo, de Guatemala; José Napoleón Duarte, de El Salvador; José Azcona, de Honduras, y Óscar Arias, de Costa Rica.

Los mandatarios establecieron una hoja de ruta para promover la reconciliación nacional en sus respectivas naciones y el final de las hostilidades, además de la democracia y las elecciones libres en la región.

FALTA FORMAR DEMÓCRATAS

"Antes estábamos bajo la bota de los militares, ahora estamos bajo la bota del autoritarismo", reflexionó Rivera, que también fue jefe de la delegación de Costa Rica ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Tras el acuerdo de Esquipulas, según el también abogado y notario público con estudios en ciencias políticas, comenzó un período de transición democrática que quedó inconcluso, porque "nos hizo falta formar demócratas".

"No formamos demócratas", lamentó el exdiputado, que observó que en la década de 1980 la región centroamericana era "del interés de dos potencias: Estados Unidos y la extinta Unión Soviética", pero que "ahora (la guerra de Rusia en) Ucrania pesa más que el autoritarismo en Centroamérica".

"Un estornudo (del presidente de Ucrania, Volodímir) Zelenski, pesa más que un estornudo de Ortega", el presidente de Nicaragua, anotó.

Frente a la "era mundial del autoritarismo", urge, insistió, hacer esfuerzos regionales para frenarlo.

"El problema de Nicaragua, es un problema de Centroamérica", advirtió el experto, para quien "la tentación del autoritarismo está alcanzando a los demás gobiernos de la región", por lo que "la lucha por la democracia en Nicaragua, es una lucha por la democracia de toda Centroamérica".

EL GIRO AUTORITARIO EN CENTROAMÉRICA

Por su lado, la investigadora y socióloga nicaragüense Elvira Cuadra tildó de "preocupante el giro autoritario que está teniendo la región centroamericana", que definió de "un autoritarismo con ropaje del pasado frente a fuerzas de régimen democráticos que están haciendo resistencia".

Coincidió en que enfrentar el autoritarismo, principalmente el de Nicaragua, "es un reto en la región".

Para el analista político nicaragüense Eliseo Núñez, el presidente Ortega "contagia a la región con su autoritarismo y la contagia de diferentes maneras".

De todos los presidentes de la región, agregó Núñez, Ortega, que es un veterano de la Guerra Fría, es quien "está más cómodo con este modelo autoritario".

Asimismo, opinó que "es muy poco lo que la comunidad internacional puede hacer para frenar el autoritarismo de Ortega", aunque confió en que esta "oleada antidemocrática va a pasar".EFE

mg/mt/cpy