Portugal quiere apretar el cerco a las nuevas drogas sintéticas

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Paula Fernández

Lisboa, 9 jun. Portugal trabaja para estrechar el cerco a las drogas sintéticas, que han disparado las alarmas en los archipiélagos lusos de Madeira y Azores, donde han aumentado los trastornos psiquiátricos por el consumo.

En Portugal se detectan al año unas diez nuevas sustancias psicoactivas (NSP) y en 2021 se registraron 207 casos de incautaciones de este tipo de drogas, según datos de la Policía Judicial (PJ).

Pero la situación más preocupante está en las islas, que a pesar de sólo aglutinar cerca de medio millón de los 10,3 millones de habitantes del país, registraron más del 60 % de las incautaciones de NSP en 2021.

Estas islas están fuera de las rutas de las drogas clásicas mientras que las NSP se pueden adquirir por internet, lo que podría explicar el aumento del consumo en la zona, señaló a EFE la jefa de Drogas y Toxicología del Laboratorio de la Policía Científica de la PJ, Maria João Caldeira.

"Es un problema muy grave porque son regiones muy cerradas y el consumo lleva a casos de toxicidad graves donde hay mucha criminalidad asociada. Se vuelven paranoicos o violentos", explicó.

Los efectos del consumo de estas drogas se traducen en más internamientos psiquiátricos.

Entre 2012 y 2022 hubo 1.807 hospitalizaciones por perturbaciones psiquiátricas graves asociadas a las drogas sintéticas, con un aumento de los episodios compulsivos y las recaídas, alertó recientemente en el Parlamento el director de la Unidad Operativa de Intervención en Comportamientos Adictivos y Dependencias (UCAD) de Madeira, Nelson Carvalho.

EL CASO DE RABO DE PEIXE

Los archipiélagos portugueses ya estuvieron en el punto de mira por las drogas en 2001, cuando un barco con más de media tonelada de cocaína se hundió en la costa de Rabo de Peixe, un barrio de pescadores de la isla de São Miguel (Azores).

La marea alta arrastró el cargamento, que estaba destinado a España, a la playa y los vecinos se llevaron los fardos.

La cocaína entró en el día a día de la localidad, vendida a precios irrisorios, con un aumento de las sobredosis y toda una generación marcada por el suceso, que inspiró una serie que acaba de ser estrenada en Netflix, "Rabo de Peixe".

SALUD PÚBLICA Y DESPENALIZACIÓN

La salud pública es uno de los pilares de la política de drogas de Portugal, donde el consumo está despenalizado, y cada vez son más las voces que instan a extender este enfoque, cuyo éxito con las sustancias "clásicas" ha recibido reconocimiento internacional, a las NSP.

Una alternativa que podría avanzar si se aprueba el proyecto del conservador Partido Social Demócrata -líder de la oposición- para equiparar el régimen jurídico de las drogas sintéticas al de las clásicas.

La propuesta considera que la legislación actual crea una "desigualdad injustificada y discriminatoria": los consumidores de drogas clásicas están más "protegidos" porque si no superan las dosis máximas legales no son considerados traficantes y se privilegia su tratamiento médico.

LABORATORIO "IN SITU"

Además, el cerco a las drogas sintéticas requiere de medios, como el laboratorio de toxicología que la PJ planea abrir en Madeira en breve para agilizar la identificación de las sustancias y la persecución del tráfico.

En la actualidad, desde que se identifica una nueva sustancia hasta que su comercialización pasa a ser delito, "un proceso rápido llega a tardar como mínimo seis meses", señaló Caldeira.

"Es mucho tiempo, suficiente para acabar el stock y que aparezca una droga nueva", lamentó.

Es lo que ocurrió con una sustancia que elevó la preocupación en Madeira durante la pandemia, la Alpha PHP. Poco después, empezó a circular un derivado, el Alpha PHiP.

Con un laboratorio "in situ", que ahorraría el tiempo y la logística del transporte, los plazos podrían acortarse más. EFE

pfm/mar/ig

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