Tokio, 9 feb. Otros dos sospechosos de participar en una importante red de robos y fraudes multimillonarios en Japón llegaron la madrugada de este jueves al país deportados desde Filipinas y fueron trasladados a dependencias policiales en Tokio.
La llegada de Yuki Watanabe, de 38 años, y Tomonobu Kojima, de 45, pone fin a la entrega de los sospechosos de este caso a las autoridades niponas, que estaban tras la pista de este entramado desde hace más de cuatro años.
Las víctimas de la red fraudulenta eran principalmente ancianos y se estima que el valor del dinero sustraído en conjunto asciende a unos 6.000 millones de yenes (unos 42,5 millones de euros).
Ambos fueron detenidos tras ingresar en territorio aéreo japonés y trasladados a dependencias policiales en el distrito tokiota de Shibuya, adonde llegaron sobre las seis y cuarto de la mañana, según detalles publicados por la cadena pública NHK.
Watanabe y Kojima llegaron a Japón dos días después de la deportación de otros dos detenidos, Kiyoto Imamura y Toshiya Fujita, ambos de 38 años, junto a los que habrían coordinado la red de robos desde Filipinas, entre otros transgresiones.
Entre los delitos que se les atribuye figura organizar fraudes telefónicos destinados a extraer dinero a ancianos haciéndose pasar por familiares o conocidos, así como planear una veintena de robos en 14 de las 47 prefecturas japonesas.
Uno de los casos más sonados en los que están presuntamente implicados es el robo y homicidio de una mujer de 90 años en Tokio el pasado enero, delito que habría acelerado la investigación de las autoridades niponas y sus gestiones para deportar a los sospechosos.
Entre las pruebas con las que cuentan las autoridades contra los sospechosos se encuentran mensajes de texto interceptados en sus teléfonos móviles, y en los que emplearon pseudónimos como "Luffy" -posible alusión al protagonista del popular manga/anime "One Piece" - o "Kim" para compartir las direcciones y otra información de los objetivos de los crímenes.
Las autoridades japonesas siguen sus huellas desde comienzos de 2019, cuando algunos de los integrantes de la red se hicieron pasar por agentes policiales para robar tarjetas bancarias a ocho personas.
Las deportaciones han coincidido con la visita oficial a Japón del presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., que se encuentra desde la víspera en el país, donde permanecerá hasta el domingo.
Marcos tiene previsto reunirse en las próximas horas con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, en el marco de una visita centrada en ampliar los lazos económicos y de seguridad de ambos países y durante la que también mantendrá encuentros con representantes empresariales. EFE
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