El atentado en el club bogotano El Nogal cumple 20 años con muchas heridas abiertas

Compartir
Compartir articulo

Bogotá, 7 feb. El 7 de febrero de 2003 un carro bomba estalló en el Club El Nogal, en el norte de Bogotá, y mató a 36 personas e hirió a más de 200, un atentado que aún hoy tiene heridas abiertas y muchas preguntas sin resolver por parte de las FARC, las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y el Estado.

Este fue uno de los mayores ataques urbanos cometidos por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que desde su desmovilización en 2016 ha pedido perdón por lo ocurrido en varias ocasiones y está aportando verdad sobre este caso ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

VIGÉSIMO ANIVERSARIO

Las víctimas del atentado, muchas de las cuales quedaron con problemas de movilidad o respiratorios por cuenta del ataque, conmemorarán este martes el vigésimo aniversario con un acto que cuenta con el apoyo del Instituto de Paz de EE.UU. (USIP), un organismo gubernamental que trabaja en la construcción de paz y reconciliación.

A esta ceremonia las víctimas esperan que asista el presidente Gustavo Petro, pues consideran que en 20 años nadie del Estado colombiano "les ha dado la cara".

"Si no llega Petro, que llegue el ministro del Interior (Alfonso Prada). Le hicimos una invitación desde noviembre (...) Petro viene diciendo que las víctimas debemos estar en el centro y que debe haber voluntad política, esperamos aquella voluntad política para que estén el presidente o el ministro", dice a EFE Bertha Lucía Fries, empresaria y víctima del ataque.

Y es que desde que se firmó el acuerdo de paz en noviembre de 2016, las víctimas han recordado con simbolismos lo ocurrido y han pasado cosas, como por ejemplo que en 2017 los exjefes de las FARC reconocieron que la guerrilla cometió el atentado.

"Eso no se había dicho en 13 años (...) Y en el 2020 hicimos un encuentro en donde entregamos un informe. Estuvieron presentes víctimas, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y las FARC. Después nos dimos un gran abrazo y Salvatore Mancuso (quien fue jefe de las AUC) pidió perdón", relata Fries.

En ese contexto se pregunta: "¿quién falta de esa película?".

"Van faltando actores, pero uno de ellos es el Gobierno. Tenemos un Gobierno que habla de que defiende el acuerdo de paz, pues entonces esperamos que esté en la ceremonia", expresa.

EL ATENTADO QUE NUNCA DEBIÓ OCURRIR

Rodrigo Londoño, último comandante de las FARC y presidente del partido Comunes, surgido de la desmovilización de la guerrilla, aseguró el año pasado que el atentado contra el Club El Nogal nunca debió haber ocurrido.

El exjefe guerrillero dijo que "no había justificación para esa bomba", que según las extintas FARC tenía como motivación las presuntas reuniones que tenían lugar en ese exclusivo club social de la capital colombiana entre paramilitares y políticos.

Londoño, conocido en su época de guerrillero como Timochenko, aseguró desconocer "las razones que llevaron a compañeros de las FARC-EP a poner la bomba en el Nogal".

"Se decía que allí se reunía la exministra Marta Lucía Ramírez (que fue vicepresidenta y canciller en el Gobierno de Iván Duque) con paramilitares. No me consta, pero así fuera cierto, no era razón para cometer este crimen", alegó.

En 2020, entre tanto, Salvatore Mancuso, quien hoy está preso en una cárcel de EE.UU., pidió perdón por los hechos que rodearon el ataque terrorista al Club El Nogal.

"Hago extensiva mí petición de perdón profundo a las víctimas, generadas con el atentado al Club El Nogal", dijo Mancuso, quien agregó que aunque las AUC no participaron en este ataque, las FARC creían que los comandantes de esa organización tenían allí encuentros con políticos y las fuerzas de seguridad del Estado para combatirlos.

Hoy, 20 años después del ataque, la incertidumbre persiste y las víctimas aún siguen esperando muchas cosas por parte de los involucrados para sanar unas heridas que, posiblemente, nunca se cerrarán.