Los países de África austral piden el inicio del diálogo nacional en Esuatini

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Johannesburgo, 31 ene. Los jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC) pidieron hoy al Gobierno de Esuatini (antigua Suazilandia) que inicie el diálogo nacional anunciado en 2021, después del asesinato la pasada semana del destacado abogado de derechos humanos Thulani Maseko.

Durante una cumbre extraordinaria celebrada en Windhoek, la capital de Namibia, los líderes de la SADC pidieron hoy "al Gobierno del reino de Esuatini que inicie urgentemente el proceso del Diálogo Nacional" y llamaron a todos los actores del país a "participar pacíficamente" en este.

El presidente namibio, Hage Geingob, ocupa actualmente la presidencia de la "troika" para Política, Defensa y Seguridad de la SADC, uno de los dos órganos de pertenencia rotatoria que definen las decisiones del bloque regional.

La alianza condenó de nuevo el asesinato, el pasado 21 de enero, de Maseko, que recibió un disparo mortal a través de la ventana de su casa, donde estaba sentado con su esposa y sus dos hijos, de 10 y 6 años, en Luhleko, a 50 kilómetros de la capital suazi, Mbabane.

Horas antes, el rey de Esuatini -la última monarquía absoluta de África-, Mswati III, durante un discurso ante sus regimientos tradicionales, había advertido a quienes pedían reformas democráticas en el país de que mercenarios se enfrentarían a ellos, según la organización Human Rights Watch (HRW).

Activistas y opositores inundaron las redes sociales para lamentar la muerte del letrado, que fue condenado a dos años de prisión en julio de 2014 tras haber criticado la falta de independencia del sistema judicial del país.

No obstante, recuperó la libertad un año después, cuando el Estado reconoció que no tenía cargos contra él.

Esuatini ha vivido olas de protestas prodemocracia desde finales de junio de 2021, cuando al menos 46 personas murieron -según datos oficiales- en un estallido social liderado por la población más joven para exigir reformas y duramente reprimido.

Mswati III aceptó en noviembre de ese año un diálogo nacional en forma de consejo nacional tradicional -denominado Sibaya y liderado por el propio monarca- y dentro de los límites de la actual Constitución.

Pero esas condiciones las rechazan de plano los grupos opositores, que exigen una mediación internacional imparcial, la inclusión de todos los sectores, la legalización de los partidos y la liberación de los presos políticos, entre otras medidas.

El Gobierno, bajo el mando de Mswati III desde 1986, se opuso rotundamente a esas posiciones, obstaculizando cualquier avance auténtico.

En Esuatini alrededor del 60 % de la población vive por debajo de los umbrales de la pobreza, según el Banco Mundial, lo que contrasta con la lujosa vida de la que gozan Mswati III y su extensa familia. EFE

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