Túnez abre de nuevo las urnas para una segunda ronda de legislativas

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Túnez, 29 ene. Túnez abrió hoy a las 7.00 GMT las urnas de nuevo para una segunda vuelta de las elecciones legislativas, boicoteadas por los partidos políticos y tras una primera votación que registró casi un 90 % de abstención.

Las votaciones se celebran solo en 131 distritos electorales (de 161, uno por cada escaño) que no obtuvieron ganador por mayoría en diciembre, para formar la nueva cámara disuelta por el presidente tunecino, Kais Said, que gobierna por decreto desde el 25 de julio de 2021.

Unos ocho millones de tunecinos están llamados a votar hasta las 17.00 GMT para elegir en sus circunscripciones entre los dos candidatos más votados de la primera ronda del pasado 17 de diciembre. En total son 262 aspirantes, de los cuales sólo 34 son mujeres.

El presidente de la Instancia Superior Independiente para las Elecciones (ISIE), Farouk Bouaskar, anunció este sábado que los resultados preliminares se anunciarán "a más tardar" el 1 de febrero, y los definitivos el próximo 4 de marzo.

En esta ocasión, la ISIE maneja dos censos electorales: el de registro previo voluntario (utilizado en Túnez hasta el referéndum constitucional del pasado 25 de julio) y el automático, en el que consta todo ciudadano con derecho a voto, empleado en los comicios de la primera ronda de diciembre.

La participación del pasado 17 de diciembre con el censo de registro automático fue del 11,22 %.

Said suspendió el Parlamento el 25 de julio de 2021, que después disolvió, y desde entonces gobierna con plenos poderes y ha impuesto una hoja de ruta que incluye una nueva Constitución aprobada el año pasado en referéndum, también con casi un 70 % de abstención.

El nuevo texto introduce un sistema ultrapresidencialista y limita las funciones de la Asamblea de Representantes del Pueblo, que ya no podrá nombrar al Ejecutivo ni exigir cuentas al jefe del Estado.

El presidente también decretó una nueva ley electoral que sustituye las listas de partidos por candidaturas uninominales, al considerar que las formaciones son "obsoletas" y responsabilizarlas del deterioro de la transición democrática que Túnez comenzó en 2011.

Los principales partidos políticos de la oposición mantienen el boicot electoral mientras la sociedad civil se desvincula progresivamente del proyecto "unilateral" de Said con el que pretende "salvar" a la nación y "rectificar el curso revolucionario".

Por su parte, la población muestra más preocupación por la pérdida de poder adquisitivo, la inflación que supera el 10 % y una larga y profunda crisis económica, que ha llevado al Gobierno a solicitar un nuevo préstamo de 1.900 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI), pendiente de aprobación final.