La rentabilidad de la banca europea mejora, pero la EBA duda de su evolución

Compartir
Compartir articulo

París, 9 dic. La rentabilidad de la banca europea, que se había recuperado de la covid muy rápidamente a comienzos de 2021, continuó mejorando en la primera parte de este año, pero la Agencia Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglés) tiene dudas sobre la evolución futura, sobre todo por la ralentización económica.

En su ejercicio anual de transparencia publicado este viernes, la EBA señala que la rentabilidad sobre el capital alcanzó el 7,8 % en el segundo trimestre de 2022 para las 122 entidades de 26 países que forman parte de su muestra, cuatro décimas más que en el mismo periodo del pasado año.

Otra evolución también aparentemente paradójica en la banca europea es la de la morosidad.

Por una parte, se ha reducido el porcentaje de créditos morosos al 1,8 % en el segundo trimestre de 2022 (frente al 2,3 % en el mismo periodo de 2021), mientras han aumentado los préstamos bajo vigilancia especial, es decir, aquellos que corren el riesgo de convertirse en morosos.

Su porcentaje pasó en esos doce meses del 8,8 % al 9,5 %, es decir el más elevado desde que empezó la serie histórica en 2018 y en volumen llegaron a representar 1,45 billones de euros.

DETERIORO DE LA CALIDAD DE PRÉSTAMOS EN FRANCIA Y ALEMANIA

La progresión de esos préstamos que los bancos ponen en vigilancia ante el riesgo de que deriven en morosos fue del 14 %, y se explica en un 80 % por sólo dos países, Francia y Alemania.

La mejora global de la rentabilidad de los 122 bancos de la muestra este año fue posible por el crecimiento de los créditos y por el de los márgenes de interés, así como por el levantamiento de las restricciones que se habían impuesto durante la covid al pago de dividendos, que han permitido volver a tasas de distribución del 50 % de los beneficios.

Los bancos españoles están en el grupo de los más rentables entre los grandes países europeos, con una rentabilidad ligeramente superior al 10 % en el segundo trimestre, aunque ha disminuido respecto a la que tenía hace un año.

Siguen en conjunto por delante de los de Italia, que se ha quedado por debajo de ese umbral simbólico del 10 %, pero sobre todo por encima del 7,4 % de Países Bajos, el 6,2 % de Francia, por no hablar del 5,4 % de Alemania.

Pero las cosas están cambiando y la fuerte ralentización económica que está viviendo la Unión Europea, con la posibilidad este invierno de una recesión técnica (dos trimestres sucesivos de caída de la producción), plantea incertidumbres sobre lo que va a ocurrir con la rentabilidad del sector.

Porque esa ralentización se traducirá en una menor progresión del crédito y en mayores pérdidas de valor. Además, el repunte inflacionista puede redundar en un incremento de los costes operativos de las entidades.

Y eso sin olvidar que un avance más lento del producto interior bruto (PIB) unido a la subida de tipos de interés probablemente redundará en menos ingresos para los bancos en los negocios de gestión de activos y servicios de pago.

UNA LIQUIDEZ QUE DEBERÍA BAJAR

La EBA considera que la evolución económica y monetaria va a reducir los niveles de cobertura de liquidez de los bancos, que son muy confortables, con un 165,1 % en el segundo trimestre, y eso pese a que disminuyó respecto al 174,5 % en junio de 2021.

En cualquier caso, todos los bancos de la muestra se mantuvieron por encima de los requisitos reglamentarios, que eran del 155 %.

La ratio de capital de máxima calidad (CET1) y adelantando los futuros requerimientos normativos ("fully loaded") disminuyó medio punto porcentual en doce meses para quedarse en el 15 %.

Por lo que respecta a los activos, las 122 entidades sometidas a examen por la ABE declararon en junio un total de 27,7 billones de euros en activos, un 5 % más respecto a los que tenían doce meses antes, y eso sobre todo gracias a la expansión del mercado de préstamos, de los anticipos en circulación y de los depósitos a plazo. EFE

ac/rcf/ad