Funcionarios de Hamas visitan Siria

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DAMASCO (AP) — Dos altos funcionarios del grupo palestino Hamas fueron a la capital siria el miércoles por primera vez desde que los expulsaron por apoyar a la oposición armada.

Parece ser un primer paso hacia la reconciliación entre Hamas y el gobierno sirio, que se produce tras la mediación de Irán y del grupo libanés Hezbollah, ambos partidarios del presidente sirio Bashar Assad. A lo largo de los años, Irán y Hezbollah han mantenido relaciones con Hamas pese al distanciamiento entre Assad y el grupo palestino.

Antes del distanciamiento, Hamas mantenía una base política en Siria y recibía el apoyo de Damasco para su campaña contra Israel. La conducción en el exilio de Hamas siguió en Siria aun después de que el grupo llegó al poder en la Franja de Gaza en 2007.

Pero cuando Siria se hundió en su guerra civil, Hamas rompió con Assad y apoyó a los rebeldes que trataban de derrocarlo. Los rebeldes son en su mayoría musulmanes sunís como Hamas, y las muertes de civiles sunís en Siria provocaron condenas regionales a Assad, quien pertenece a los alauitas, una secta chií minoritaria.

El miércoles, Khalil al-Hayeh, una figura prominente del ala política de Hamas, y el alto funcionario de Hamas Osama Hamdan, estaban entre varios funcionarios de distintas facciones palestinas que fueron recibidos por Assad.

Al-Hayeh en años recientes ha estado visitando Beirut y se ha reunido con el líder de Hezbollah Hasán Nasrala; su reunión más reciente fue en agosto.

Tras el encuentro del miércoles, al-Hayeh dijo que Assad “favorece el apoyo de Siria a la resistencia palestina” y calificó la visita de “un día glorioso”.

“Con el favor de Dios, pasaremos la página y miraremos hacia el futuro”, expresó al-Hayeh, añadiendo que Hamas se opone a cualquier “agresión sionista o estadounidense contra Siria”.

Israel ha lanzado cientos de ataques aéreos contra Siria en años recientes, principalmente contra milicias respaldadas por Irán.

El restablecimiento de una oficina de Hamas en Damasco marcaría la reincorporación del grupo al llamado “eje de resistencia” encabezado por Teherán, en momento en que los iraníes tratan de ganarse aliados y siguen estancadas las negociaciones sobre el acuerdo nuclear con potencias mundiales.