Parlamentaria libanesa reclama sus ahorros en banco

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BEIRUT (AP) — Una parlamentaria libanesa ingresó el miércoles a una sucursal bancaria cerca de Beirut y reclamó retirar fondos de sus ahorros para cubrir los gastos de una cirugía.

Sumido en una profunda crisis económica, Líbano ha registrado en semanas recientes un aumento de incidentes en que los depositantes ingresan a sucursales bancarias y reclaman a la fuerza el acceso a sus fondos. El martes, varios depositantes, dos de ellos armados, irrumpieron en al menos cuatro bancos.

Los bancos libaneses han impuesto límites informales a las extracciones de dinero desde finales del 2019. Desde entonces, las tres cuartas partes de la población se han hundido en la pobreza y la libra libanesa perdió 90% de su valor frente al dólar.

La legisladora de Beirut Cynthia Zarazir entró a una sucursal del banco Byblos cerca de la capital y reclamó 8.500 dólares de sus ahorros para cubrir los gastos de una operación.

La parlamentaria reformista arribó con un abogado y negoció con la gerencia de la sucursal durante varias horas.

“Soy una ciudadana libanesa y exijo mis derechos a la luz de esta situación excepcional”, dijo Zarazir a la prensa y transeúntes.

Su abogado, Fouad Debs, miembro del grupo legal y de activismo Unión de Depositantes, le dijo a The Associated Press que el banco hizo inicialmente una propuesta “ridícula” para que ella retirase sus ahorros en libras libanesas a una fracción de su valor en dólares.

Horas más tarde, Zarazir salió del banco tras haber conseguido el dinero que necesitaba para la cirugía.

Mientras tanto, decenas de manifestantes chocaron con policías antimotines junto al edificio del Banco Central en Beirut. Los manifestantes lanzaron piedras y bombas molotov hacia el edificio y quemaron neumáticos a la entrada.

Y en Biblos, un hombre abrió fuego con un fusil de asalto contra la fachada de una sucursal bancaria, luego que los empleados le prohibieron entrar sin cita previa.

Otro individuo irrumpió en una sucursal en el suburbio capitalino de Dahiyeh y exigió el retiro de parte de sus ahorros. De acuerdo con grupos de defensa de los depositantes, el hombre no estaba armado.

El público libanés ha elogiado las irrupciones en bancos e incluso ha calificado de héroes a los perpetradores. Entre los casos más notables está el de Sally Hafez, que el mes pasado entró a una sucursal bancaria en Beirut con una pistola falsa y un recipiente de gasolina para sacar 13.000 dólares de sus ahorros para pagar por el tratamiento de cáncer de su hermana de 23 años.