Negroni Sbagliato: la variante "equivocada" del famoso cóctel italiano

Ya desde la distancia, el letrero de gran tamaño en rojo y blanco del Bar Basso en la Via Plinio de Milán resplandece en la noche lluviosa.

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ARCHIVO - El Bar Basso de Milán es un sitio de culto para los adeptos al Negroni. Foto: Alexandra Stahl/dpa
ARCHIVO - El Bar Basso de Milán es un sitio de culto para los adeptos al Negroni. Foto: Alexandra Stahl/dpa

Ya desde la distancia, el letrero de gran tamaño en rojo y blanco del Bar Basso en la Via Plinio de Milán resplandece en la noche lluviosa.

En su interior se sirve el clásico cóctel italiano Negroni en vasos del tamaño de una copa de fútbol. El aperitivo se compone de tres partes iguales de Campari, vermut rojo y ginebra y se sirve con cubitos de hielo y una rodaja de naranja.

El camarero Graziano Ferrario se acerca con un Negroni Sbagliato (el Negroni Equivocado), la bebida de la casa. La variación del cóctel de culto se inventó aquí y en lugar de ginebra, como indica la receta del auténtico Negroni, tiene vino prosecco.

Graziano trae además aceitunas, patatas fritas, pequeños bocadillos con pasta de atún. En Italia, un cóctel es siempre media comida.

El primer sorbo sabe a verano, el segundo también y al tercero uno casi se siente como si estuviera en la playa.

El conde que quería una bebida más fuerte

La bebida no tiene certificado de nacimiento, pero sí una placa conmemorativa, que está estampada en una casa de la Via della Spada, en Florencia, donde antes estaba el Caffè Casoni.

Se dice que en 1919, el conde Camillo Negroni pidió en aquel bar un americano (Campari, vermut, agua con gas) un poco más fuerte. Entonces, el camarero sustituyó el agua por la ginebra y la rodaja de limón por la de una naranja. Así nació el Negroni y el hombre detrás de la barra se llamaba Fosco Scarselli, un nombre popular en Italia.

Una vez al año se celebra en todo el mundo la "Semana del Negroni", este año a mediados de septiembre. Incluso estrellas de Hollywood se muestran con las bebidas en Instagram.

La bebida del Conde Negroni fue durante mucho tiempo un secreto entre entendidos hasta que lo popularizó un bar en Cuba. En los años cincuenta se convirtió finalmente en un clásico, por ejemplo en el Hollywood italiano, la Cinecittà de Roma. Al parecer, el director estadounidense Orson Welles se entusiasmó con el Negroni.

Según Luca Picchi, con el Negroni no solo se bebe un cóctel, también se bebe historia. El barman y autor es el mayor experto en Negroni de Italia y además director del venerable Caffè Gilli en el centro de Florencia.

El café florentino tiene cortinas de tul, mesas de mármol y lámparas de araña. Cuando hace buen tiempo, todos los asientos en la enorme terraza exterior están ocupados, en su mayoría por turistas que probablemente nunca hayan oído hablar del Conde Negroni.

Picchi expresa su descontento cuando se habla de la bebida sin conocimiento. Por ejemplo en el caso de un bloguero francés, que afirma que el Negroni se inventó en Córcega.

Camillo Negroni nació en 1868 cerca de Florencia y posteriormente vivió como vaquero en Wyoming (EEUU) y en Alberta (Canadá), y también en Nueva York. Además de su lengua materna, hablaba fluidamente inglés, español y francés. En 1912 regresó a Italia. Su estancia en Estados Unidos probablemente influyó en sus preferencias de consumo, ya que la mezcla de bebidas y el uso de cubitos de hielo no eran muy comunes en Europa.

El conde murió en 1934 a los 66 años, un año después de la muerte de su esposa. El documental "Looking for Negroni" de Federico Micali recorre la historia del famoso cóctel italiano.

El palio del cardenal y otras variaciones

Además de la versión clásica, existen ahora innumerables variaciones: el famoso "Sbagliato" (con prosecco), el "Boulevadier" (bourbon en lugar de ginebra) o el "Teqroni" (tequila en lugar de ginebra).

Una de las primeras variaciones en los años cincuenta fue el "Cardenal": un cardenal inspiró a un barman de Roma a crear una variante con un tipo especial de vermut. La bebida es tan roja como el palio del eclesiástico.

El hombre que dio nombre al Negroni está enterrado en el extenso cementerio de Trespiano, a las afueras de Florencia. Se puede llegar hasta su tumba, cuya lápida es muy sencilla teniendo en cuenta el legado del conde, tras una hora de caminata por el paisaje toscano. Junto al cementerio hay una cafetería y una heladería.

dpa