Advierten sobre la existencia de demandas en EEUU contra el presidente de Irán

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Un grupo de opositores iraníes en el exilio desveló la existencia de demandas en el estado de Nueva York contra el presidente iraní, Ebrahim Raisi, desafiando a las autoridades de Estados Unidos a actuar cuando el mandatario llegue a ese país el mes próximo para participar en la Asamblea General de Naciones Unidas.

Según el Consejo Nacional de Resistencia Iraní (CNRI), las denuncias acusan a Raisi de tortura y de asesinato durante ejecuciones masivas de disidentes en 1988.

Siguiendo el ejemplo de acciones similares en Reino Unido, las demandas civiles sostienen que Raisi formaba parte de la llamada "Comisión de la muerte", cuatro jueces que ordenaron miles de ejecuciones y la tortura de miembros de Muyahidines del Pueblo de Irán (MEK), una organización opositora aliada del CNRI.

No hay "ninguna duda de que siendo Fiscal adjunto del Estado en la provincia de Teherán, Ebrahim Raisi era un miembro de esta 'Comisión de la muerte'", declaró Steven Schneebaum, abogado de los denunciantes, en una conferencia de prensa de la CNRI en Washington.

Las denuncias fueron presentadas en Nueva York la semana pasada a nombre de dos de las personas torturadas en esa época y de un tercero cuyo hermano fue ejecutado.

Los denunciantes exigen reparaciones no especificadas por daños y perjuicios, citando declaraciones de Amnistía Internacional y de sanciones estadounidenses que acusan a Raisi de haber participado en la violenta represión de 1988.

Las acciones judiciales cuestionan la idea según la cual Raisi, elegido presidente el año pasado, se beneficiaría de inmunidad siendo representante de un país extranjero que participa en la Asamblea General de Naciones Unidas.

Según el abogado Schneebaum, Raisi no es un diplomático oficialmente acreditado en Estados Unidos. Además, si bien es el presidente, el jefe real del estado iraní es su guía supremo, el ayatolá Ali Jamenei, asegura.

Si Estados Unidos acepta dichos argumentos, podrían notificarle oficialmente de la existencia de las acciones judiciales en su contra si participa en las reuniones en la ONU en septiembre.

Entrevistado sobre el asunto, el vocero del Departamento de Estado estadounidense, Vedant Patel, declaró que Estados Unidos tiene el deber de permitir la entrada de dignatarios extranjeros.

"Como país anfitrión de la ONU, Estados Unidos está generalmente obligado, en virtud del acuerdo sobre la sede de la ONU, de entregar visas a los representantes de Estados miembros de Naciones Unidas para que acudan a la sede" de la organización, dijo a periodistas.

Las demandas se presentan en momentos en que avanzan las negociaciones para revivir el acuerdo nuclear de 2015 con Irán con miras a reducir su potencial para desarrollar un arma atómica, del que el expresidente Donald Trump se retiró en 2018.

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