No olvidar nunca gafas y lentillas de repuesto en las vacaciones

De repente, las gafas sufren un rayón o los lentes de contacto se ensucian. Algo que se convierte rápidamente en un problema si uno se encuentra de vacaciones, sobre todo si son las únicas gafas o el único par de lentes de contacto que se metieron en el bolso.

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ARCHIVO - Quienes usan gafas deberían llevar siempre un par de repuesto al salir de viaje. Foto: Ina Fassbender/dpa
ARCHIVO - Quienes usan gafas deberían llevar siempre un par de repuesto al salir de viaje. Foto: Ina Fassbender/dpa

De repente, las gafas sufren un rayón o los lentes de contacto se ensucian. Algo que se convierte rápidamente en un problema si uno se encuentra de vacaciones, sobre todo si son las únicas gafas o el único par de lentes de contacto que se metieron en el bolso.

Por eso, los expertos recomienda llevar siempre un segundo par de anteojos o lentillas de viaje, ya que el optometrista de confianza se encuentra lejos y muchas veces no hay una solución rápida a mano.

Para no tener este tipo de problemas, por empezar hay que olvidarse de limpiar las gafas con la toalla de playa, para evitar rayones. Si se ensucian, siempre es mejor enjuagarlas bajo un chorro de agua de grifo.

Si se usan lentes de contacto y entra arena en el ojo, puede ser de ayuda tener a mano pequeñas botellitas con solución salina -idealmente de tamaño para viajes- para limpiarlos. Lo mejor es llevarse a las vacaciones el mismo producto que se usa en casa, a fin de evitar irritaciones por el uso de productos nuevos.

Si hace mucho calor en el lugar de destino, lo mejor es no dejar nunca los anteojos o las lentillas en el coche, ya que el calor puede dañar los vidrios y generar distorsiones en el campo de visión. Asimismo, los lentes de contacto son sensibles y también se ven afectados por el calor, incluso pueden volverse inutilizables.

dpa