Canario: "Ahora ya no son posibles finales como la del 7-3"

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El brasileño Darcy Silveira 'Canario', titular y campeón en la mítica final europea ganada por el Real Madrid con un 7-3 en 1960 ante el Eintracht Fráncfort, estima en una entrevista con la AFP que el fútbol actual ya no permite ese tipo de finales.

A sus 88 años todavía dice emocionarse cuando recuerda que fue uno de los protagonistas de la final de la Copa de Europa -actual Liga de Campeones- con más goles de la historia.

A unos días de que Real Madrid y Eintracht Fráncfort vuelvan a enfrentarse por un título, este miércoles por la Supercopa de Europa, vaticina que el equipo de la capital española será también el campeón.

Pregunta: ¿Siente que la final del 7-3 es uno de los mejores partidos de la historia?

Respuesta: "Para mí, sí que lo es. El fútbol de hoy en día no me gusta mucho, me aburre porque se juega para atrás, para el portero. A mí me gusta el fútbol directo, hacia adelante, para meter goles. En el fútbol de ahora ya no son posibles finales como la del 7-3".

P: El Real Madrid empezó perdiendo aquella final y luego contribuyó activamente en dos goles de Di Stéfano para la remontada, ¿cómo los recuerda?

R: "Ellos jugaban bien, era un partido difícil y empezamos perdiendo, afortunadamente pude participar en los goles para cambiar el partido. Uno fue con una jugada mía, que tiré a puerta, el portero rechazó y Di Stéfano, solo, marcó. En otra jugada en la que yo iba por la banda, pegué un pase por encima de la defensa y Di Stéfano no tuvo más que empujar. Era la quinta Copa de Europa que ganaba el Madrid, pero para mí era la primera. Fue llegar y besar el santo, una maravilla".

P: Di Stéfano marcó tres goles en aquella final y Puskas cuatro, ¿cómo compara las estrellas de aquella época con figuras más recientes como Lionel Messi o Cristiano Ronaldo?

R: "Yo jugué con dos de los mejores, Alfredo Di Stéfano y Pelé. Jugué contra Pelé varias veces, él jugaba en el Santos y yo en el América de Rio. Con Di Stéfano estuve tres años en el Real Madrid. Una vez me compararon a Messi con Di Stéfano y yo dije que Messi tenía todavía que comer muchas judías para llegar a la bota de Di Stéfano. Messi juega en un trocito de terreno, todo el mundo juega para él. Di Stéfano jugaba, defendía, metía goles, atacaba... Era un fútbol completo, un fútbol total muy diferente al de ahora".

P: ¿Cómo fue la celebración tras la final del 7-3?

R: "Aquella noche fue una noche curiosa porque nosotros queríamos salir a celebrarlo por ahí en Glasgow, pero (el presidente) don Santiago Bernabéu no nos dejaba salir. Tuvimos que organizar la fiesta en la habitación, comprar todo. Tampoco lo pasamos mal, la verdad. Luego al día siguiente llegamos a Madrid con la quinta Copa de Europa. Llegamos, bajamos del avión y enseguida había unos coches descapotables esperándonos. Íbamos en cada coche unos cuantos, los que cabíamos. Fue muy bonito, toda la ciudad aplaudiendo. Se me pone la carne de gallina cada vez que lo recuerdo".

P: Real Madrid y Eintracht Fráncfort van a enfrentarse ahora en la Supercopa de Europa, ¿cómo cree que será ese partido?

R: "El Madrid ahora es también un gran equipo, no nos vamos a engañar, pero lo de ahora es muy diferente a lo de entonces. Este año el Madrid viene de ganar la Liga y también la Copa de Europa. Va muy bien y creo que va a ganar la Supercopa. El Eintracht de Fráncfort tiene también calidad, pero yo veo al Madrid ganando ese partido".

R: ¿La etapa posterior en el Zaragoza (1963-1968), como uno de los legendarios 'Cinco Magníficos', le marcó tanto personalmente como la final del 7-3?

R: "Son dos épocas diferentes. En el Zaragoza estuve cinco años y también gané títulos. Son las dos épocas más maravillosas de mi vida. Después del Zaragoza estuve un último año en el Mallorca. Me retiré y me quedé en España, en Zaragoza, porque en España estaba ya muy bien situado y con muchos amigos, con gente que me quería".

R: Jugó una decena de partidos con la selección brasileña pero no pudo estar en un Mundial, ¿es lo que más lamenta de su carrera?

R: "Tuve mala suerte con la selección brasileña porque fue cuando vino Garrincha. Y claro, Garrincha era un fenómeno y yo ya no tuve nada que hacer en ese puesto. Estuve preseleccionado para ir al Mundial (de Suecia-1958) pero finalmente no pudo ser. Me hubiera gustado poder ganar el Mundial con esa gente. Quizás fue la pena de mi carrera, no haber ido al Mundial".

dr/rsc