HRW denuncia "técnicas de represión" en Marruecos contra opositores

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Periodistas y opositores marroquíes, condenados por delitos comunes, en particular de carácter sexual, han sido objeto de "técnicas de represión" para silenciarlos, afirma Human Rights Watch (HRW) en un informe publicado el jueves.

"Las autoridades emplean todo un manual de técnicas solapadas para reprimir a los opositores, al tiempo que se esfuerzan por conservar intacta la imagen de Marruecos como país respetuoso de los derechos", explica Lama Fakih, directora de HRW para Oriente Medio y África del Norte, citada en un comunicado.

Estas técnicas "forman un ecosistema de represión destinado no solo a acallar las voces críticas, sino también a asustar a todos los posibles detractores del Estado" marroquí, observa la organización de defensa de los derechos humanos con sede en Nueva York.

El gobierno marroquí afirmó que "las alegaciones tendenciosas contenidas en el documento (...) no disuadirán a Marruecos para seguir construyendo el Estado de Derecho", afirmó su vocero Mustapha Baitas.

En este documento de 141 páginas, HRW se basa en el estudio detallado de casos de periodistas y opositores para señalar "las fallas procesales que afectan a la tramitación" de expedientes, que son, en realidad, "ataques políticos encubiertos".

Entre los casos más conocidos se hallan los de Omar Radi y Soulaimane Raissouni, dos periodistas independientes condenados en apelación en 2022 a seis y cinco años de prisión respectivamente por "agresión sexual", y el primero, además, por "espionaje".

Otro periodista, Taoufik Bouachrine, un influyente columnista encarcelado desde 2018, fue condenado a 15 años de prisión por "violación" y "trata de personas".

Los tres niegan estas acusaciones y afirman ser atacados por sus opiniones críticas con el poder.

Las autoridades aseguran que la justicia es independiente y que estas condenas "no tienen nada que ver" con su labor periodística.

Pero para HRW, "los juicios contra los opositores a menudo se ven empañados por graves violaciones del derecho al debido proceso y la justicia".

A modo de ejemplo, la organización se refiere a la "prolongada e injustificada" prisión preventiva de Radi y Raissouni por un año, la duración máxima prevista por la ley marroquí.

Señala también la negativa de la justicia a "convocar a los testigos solicitados por la defensa, sin proporcionar justificaciones razonables", o fallos pronunciados en ausencia de los acusados, como fue el caso del historiador y defensor de los derechos humanos Maâti Monjib.

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