Defensor de derechos LGBTQI+ de la ONU obtiene la renovación de su mandato

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El defensor de los derechos de las minorías LGBTQI+ ante la ONU continuará su misión pese a la resistencia de un grupo de países musulmanes, al ser ratificado la semana pasada su mandato por tres años suplementarios en el Consejo de Derechos Humanos.

"La comunidad internacional sigue comprendiendo la magnitud de la violencia y las discriminaciones ejercidas contra las personas lesbianas, gay, bisexuales, trans o de género diverso", se congratuló Victor Madrigal-Borloz, que ocupa el puesto desde 2017, en declaraciones a la AFP.

La protección de los derechos de las minorías sexuales y de género se debate regularmente debido a la feroz oposición de algunos países.

La cuestión suscitó inquietud el último día de la Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando un debate sobre la lucha contra las enfermedades de transmisión sexual obligó a los Estados miembros a votar, en una institución que normalmente adopta sus decisiones por consenso.

Un grupo de países africanos y del Golfo, liderados por Arabia Saudita, Nigeria y Egipto, rechazaban, entre otras cosas, el uso de los términos "orientación sexual", "transgénero" y "hombres que tienen relaciones sexuales con hombres".

Hasta 1990, la homosexualidad figuraba en la lista de enfermedades mentales de la OMS, una referencia médica mundial.

A pesar de una campaña en la que participaron "más de 1.100 organizaciones" LGBTQI+ de 174 países y "el apoyo político" de decenas de Estados, según el defensor de los derechos, la renovación tuvo que enfrentarse a la hostilidad de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), que defiende los intereses de los países musulmanes en la ONU.

"No podemos apoyar los esfuerzos para inventar nuevos derechos sobre la base de preferencias sexuales personales", defendió en el Consejo de Derechos Humanos el embajador paquistaní Jalil Hashmi, en nombre de 56 Estados, todos miembros de la OCI, excepto Albania.

Estos países cuestionan la existencia de los conceptos de orientación sexual e identidad de género, percibidos como contrarios a sus valores tradicionales y un obstáculo a la universalidad de los derechos humanos.

Madrigal Borloz critica "una posición política muy lamentable" que niega la existencia de discriminaciones en todos los países, incluidos los de la OCI.

Por 23 votos contra 17 -Malaui, Eritrea y China se unieron a los 14 países musulmanes- el Consejo finalmente tomó nota de la renovación, después de haber rechazado varias enmiendas encaminadas a restringir su alcance, a veces con un solo voto de diferencia.

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