Piden a la OIT que envíe misión a China para investigar abusos laborales contra minorías

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Varios países pidieron el jueves a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que envíe una misión a China para investigar las denuncias de trabajo forzado y de discriminación contra las minorías étnicas y religiosas de la región de Xinjiang.

Esta petición llega pocos días después de la visita de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, a China, en la que pidió a Pekín terminar con las "medidas arbitrarias e indiscriminadas" durante la represión en Xinjiang.

Reunidos en Ginebra durante la asamblea anual de la OIT, los representantes de países, sindicatos y empleadores pusieron el foco en las denuncias de abusos laborales por razones étnicas y religiosas en la región china de Xinjiang, en especial contra la minoría uigur.

Una comisión encargada de evaluar el cumplimiento chino de las prácticas laborales evaluó las denuncias de finales de 2020 de la organización sindical International Trade Union Confederation (IUTC), que afirma que los uigur y otras minorías étnicas de Xinjiang son forzados de forma sistemática a trabajos agrícolas.

Grupos de defensa de derechos humanos afirman que al menos un millón de uigures fueron encarcelados en "campos de reeducación" en este región.

China niega todas las acusaciones y afirma que los campos de trabajo son centros de formación profesional destinados a reducir el atractivo del islamismo extremista.

La embajadora ante la ONU de Estados Unidos, junto a un amplio grupo de países, instaron a China a que permita el envío de una misión de la OIT de representantes de países, trabajadores y empleadores con "acceso relevante, sin restricciones y sin supervisión" a Xinjiang.

China no completó la ratificación de dos convenciones contra el trabajo forzoso, por lo que la comisión solo pudo evaluar el cumplimiento de la Convención 111 contra la discriminación en el trabajo, que si fue ratificada por Pekín.

El vocero sindical Marc Leemans señaló durante la comisión que "hay pocas dudas de que hay un programa centralizado de trabajo forzado a gran escala sobre la base de la religión y la étnica", lo que entraría dentro de los abusos recogidos por la Convención 111.

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