Prisioneros del batallón Azov ucraniano podrían ser sentenciados a muerte, según separatistas prorrusos

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Los soldados ucranianos del batallón Azov, que se rindieron en Mariúpol, se enfrentan a la pena de muerte, afirmó el lunes un ministro del territorio separatista prorruso de Donetsk.

"Todos los prisioneros de guerra se encuentran en el territorio de la RPD" (República Popular de Donetsk) declaró en la televisión rusa Yuri Sirovatko, ministro de Justicia de esta república autoproclamada en el este de Ucrania.

"En concreto, tenemos 2.300 prisioneros de guerra de (la acería) Azovstal", detalló Sirovatko, quien afirmó que el batallón "Azov es considerado una organización terrorista" y que sus miembros "serán objeto de pesquisas criminales" de cara a un proceso judicial.

"Estos crímenes pueden ser castigados en nuestro territorio con la pena capital, la pena de muerte", afirmó este ministro.

Los últimos defensores ucranianos de Mariúpol, atrincherados en la inmensa acería Azovstal, se rindieron a las fuerzas rusas entre el 16 y el 20 de mayo, después de tres meses de intensos combates.

Las autoridades rusas tratan a los miembros del batallón Azov, fundado por nacionalistas ucranianos, de "neonazis", y piensan juzgarlos como criminales de guerra, y no como prisioneros de guerra.

El sábado, el presidente francés Emmanuel Macron y el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, pidieron al líder ruso Vladimir Putin que los liberase.

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