Las claves de una lactancia materna exitosa tras el parto

Si el bebé al principio toma el biberón y el pecho de manera alternada, puede producirse a veces una confusión en la succión del niño. Pero, ¿es esto realmente cierto?

Compartir
Compartir articulo
ILUSTRACIÓN - Un ambiente distendido y una postura cómoda pueden contribuir a una lactancia feliz. Foto: Christin Klose/dpa
ILUSTRACIÓN - Un ambiente distendido y una postura cómoda pueden contribuir a una lactancia feliz. Foto: Christin Klose/dpa

Si el bebé al principio toma el biberón y el pecho de manera alternada, puede producirse a veces una confusión en la succión del niño. Pero, ¿es esto realmente cierto?

La experta Ute Voss del centro materno-infantil de la Clínica Helios de la ciudad alemana de Krefeld explica que sí, y enumera las razones.

En el pecho, los bebés deben abrir bien la boca para poder succionar. Mientras que para tomar del biberón deben cerrarla para que no se escape la tetina, y la leche fluye sin estimulación.

Cuando la madre luego vuelve a poner al bebé al pecho y este no succiona, la leche no sale. La asesora dice que el bebé entonces no puede entender por qué. 

Sin embargo, los pequeños aprenden rápido. Cuando el modo de succión correcto se ha afianzado tras un par de semanas en el pecho, los pequeños pueden manejar bien la alternancia entre el biberón y la lactancia materna.

Si se presentan dificultades con la lactancia, puede ser por muchas razones, como presión externa innecesaria o información equivocada. Un ejemplo: que un bebé llore no significa automáticamente que tenga hambre. Si llora después de ser amamantado, suele estar sucediéndole otra cosa.

Voss comenta que a muchas madres la inseguridad las lleva a una sobrealimentación innecesaria o a directamente terminar con la lactancia.  

La experta puntualiza, no obstante, que desde el punto de vista estrictamente biológico, toda mujer que haya quedado embarazada también puede amamantar. A veces hay madres que tienen poco tejido glandular, pero incluso ellas suelen poder amamantar, al menos parcialmente.

Lo importante es que las flamantes mamás encuentren una posición cómoda, ya sea sentadas o acostadas, para amamantar, y se tomen el tiempo necesario para ello. Si tanto la madre como el bebé se encuentran distendidos, la lactancia se convierte en una hermosa experiencia.

En caso de que las madres no amamanten, es importante que mantengan suficiente contacto piel con piel con su bebé y que hablen mucho con sus hijos al alimentarlos. De esta manera también se crea una estrecha conexión entre la madre y el bebé.

dpa