Cuando Ons Jabeur, la "guerrera", golpeaba sus primeras bolas de tenis

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"La llamábamos Roger Federer". Quince años antes de que la tunecina Ons Jabeur se convirtiera en la primera mujer árabe en alcanzar la cima del tenis mundial, su antiguo compañero de entrenamientos ya sabía que estaba ante una futura estrella.

Durante su adolescencia en Túnez, Omar Laabidi era derrotado con frecuencia por la joven prodigio, que entonces no tenía más que 12 años.

"Lo que se ve de Ons en la cancha, la guerrera, la combativa, la que pelea por todas las bolas, ha sido desde siempre su carácter", explica a la AFP.

Tras una temporada 2021 en la que logró meterse en el Top 10, una primicia para una jugadora árabe, Ons Jabeur, que participará en Roland Garros a partir de este domingo, ha escalado al sexto puesto de la clasificación WTA, la mejor hasta ahora en su carrera.

A sus 27 años, Jabeur conquistó recientemente el Masters 1000 de Madrid y fue finalista en Roma, donde perdió ante la número 1 mundial, la imbatible polaca Iga Swiatek.

"Cuando nos entrenábamos juntos en el equipo nacional, le decíamos que sus dejadas eran como las de Federer. Me hizo una, corrí para devolverla y me doblé la mano", recuerda este jugador de 28 años, convertido ahora en entrenador.

Al recordar ambos aquellos momentos, Jabeur le pincha describiéndole como su "víctima favorita".

- "Fuego"-

Siendo los dos niños, no había canchas en su ciudad costera de Hammam Sousse (centro-este), exceptuando las de los hoteles en esta ciudad balneario donde la campeona golpeó sus primeras pelotas.

La benjamina de cuatro hermanos, con una mirada de determinación en las fotos de la época, ya tenía un fuerte carácter.

Su entrenador entonces, cuando tenía 10 años, no esconde su orgullo.

"Me acuerdo de ella de pequeña. Tenía fuego dentro de ella. No paraba de moverse", explica Nabil Mlika, 55 años.

Aprendía tan rápido que su entrenador se enfrentó a un dilema: "¿Elevar el nivel de los ejercicios para ella o esperar a que sus compañeros pudieran seguir su ritmo?".

"Tenía capacidades físicas y una gran facilidad con la pelota, al punto que algunos entrenadores querían que practicase el balonmano", asegura Mlika. "Se lo pensó, pero decidió seguir con el tenis".

Nacida en la ciudad costera de Ksar Hellal, se trasladó a la capital a los 12 años para integrar un prestigioso liceo deportivo.

Laabidi también hizo este camino. "Ons, incluso lesionada en un partido, trataba de acabar el punto dándolo todo", destaca.

- "Correr tras todas las pelotas" -

"Siempre ha sido muy bromista y de trato fácil, pero también es un poco provocadora y le encantaba debatir de cualquier tema", recuerda.

Todos los que la conocieron de joven aseguran que no ha cambiado. "Sigue corriendo tras todas las pelotas en los entrenamientos, lo mismo que ha hecho desde que comenzó", destaca su entrenador.

Su primer éxito internacional fue en 2011, cuando ganó, con 16 años, el torneo junior de Roland Garros. Después se convirtió en la primera mujer árabe en alcanzar los cuartos de final de un torneo del Grand Slam (Australia-2020).

Gracias a su popularidad, su antiguo club de Hammam Sousse, que le ha puesto su nombre a una pista, registra un fuerte aumento de inscripciones, pasando de las 320 en 2018 a más de 700 en la actualidad.

Consciente de lo que representa, Ons Jabeur, casada desde 2015 con su preparador físico Karim Kammoun, un antiguo esgrimista profesional, reivindica con frecuencia el amor por Túnez, un país en casi permanente crisis económica-política que deja pocos recursos a fomentar el deporte.

Ons es "un ejemplo de esperanza para nuestros niños", explica a la AFP Yousra Koubaa, la mamá de Yasmine, una inquieta niña de 8 años inscrita en el antiguo club de su ídolo.

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