Marginados y olvidados: la primera documenta ignoró a muchos artistas

La invitación a la exposición de arte contemporáneo documenta de  Kassel es un espaldarazo para los artistas, quienes durante los cien días que dura la exhibición tienen la posibilidad de ganarse un lugar en la historia del arte.

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Una mujer fotografía el cuadro "Cabeza de Cristo", de César Klein. La exposición de arte contemporáneo documenta puede promover artistas, pero también ignorar a otros. Un proyecto conjunto con el Centro de Arte Perseguido de Solingen rastrea los olvidos de la primera documenta de 1955. Foto: Oliver Berg/dpa - ATENCIÓN: Sólo para uso editorial en relación con la cobertura sobre (la emisión/la película/la subasta/la exposición/el libro) y mencionando el crédito completo
Una mujer fotografía el cuadro "Cabeza de Cristo", de César Klein. La exposición de arte contemporáneo documenta puede promover artistas, pero también ignorar a otros. Un proyecto conjunto con el Centro de Arte Perseguido de Solingen rastrea los olvidos de la primera documenta de 1955. Foto: Oliver Berg/dpa - ATENCIÓN: Sólo para uso editorial en relación con la cobertura sobre (la emisión/la película/la subasta/la exposición/el libro) y mencionando el crédito completo

La invitación a la exposición de arte contemporáneo documenta de  Kassel es un espaldarazo para los artistas, quienes durante los cien días que dura la exhibición tienen la posibilidad de ganarse un lugar en la historia del arte.

La décimo quinta edición -documenta 15- tendrá lugar del 18 de junio al 25 de septiembre de 2022.

Unas semanas antes de la inauguración, el archivo documenta revisó, junto con el Centro para Arte Perseguido de Solingen, la historia de la documenta, una de las exposiciones de arte contemporáneo más importantes del mundo, y el poder de los curadores de arte.

Las dos instituciones analizaron cómo había sido la selección de los artistas de la Cuarta Gran Exposición de Arte de 1929 y la primera documenta de 1955, ambas celebradas en Kassel.

"1929/1955 - La primera documenta 1955 y el olvido de una generación de artistas" es el título de la muestra que incluye 60 obras. La muestra se exhibe entre el 6 de mayo y el 11 de septiembre en la ciudad de Solingen, en el oeste de Alemania, y en 2023 se trasladará a Kassel.

La documenta 1955 quería rehabilitar el arte que había sido difamado durante el nazismo. Su iniciador, Arnold Bode, fue también el comisario de arte de la renombrada exposición de Kassel de 1929. Bode reunió a jóvenes artistas cuyas carreras habían sido destruidas por los nazis a partir de 1933.

"Un grupo de fuerzas jóvenes y frescas", manifestó entusiasmado en 1929 el crítico Paul Westheim sobre los artistas participantes de la exposición.

Sin embargo, un gran número de estos artistas no reaparecieron después de 1933 y también la documenta los pasó por alto.

Por ejemplo, la curva de edad de los participantes en la documenta de 1955 muestra un quiebre entre los nacidos entre los años 1891 a 1900. Se trata de la generación de artistas cuya carrera se vio interrumpida por las dos guerras mundiales.

Bode tenía una lista de artistas y movimientos escrita a máquina. Blauer Reiter (Jinete azul), Die Brücke (El Puente), cubismo, surrealismo: todas las tendencias artísticas importantes del modernismo de preguerra aparecen en el listado. Posteriormente, y solo con agregados manuscritos, Bode añadió "nueva objetividad + primitivismo".

"Básicamente no los olvida, pero no los incluye", señala Jürgen Kaumkötter, director del Centro para Arte Perseguido.

No está claro por qué los "jóvenes salvajes" de la República de Weimar no fueron incluidos en la documenta de 1955. 

"Fue un fenómeno social convertirse en un país del olvido. Después de la guerra, la gente no quería que se le recordaran los crímenes ni el ostracismo entre 1933 y 1945. Querían mirar hacia adelante, construir un nuevo país y también fusionarse con Europa", señala Kaumkötter a modo de explicación.

Finalmente, el modernismo clásico en particular estuvo muy representado en Kassel en 1955, por ejemplo con Wassily Kandinsky, August Macke o Ernst-Ludwig Kirchner. La vanguardia de finales de los años veinte siguió fragmentada.

El Museo de Solingen alberga unas 1.500 obras de artistas que fueron condenados al ostracismo, perseguidos y luego olvidados durante el nacionalsocialismo.

Unos 30 artistas de la colección de Solingen estuvieron representados en la exposición de Kassel de 1929. Solo tres de ellos entraron en la lista de la documenta: Josef Albers, Christian Rohlfs y Xaver Fuhr.

El expresionista Rohlfs era un artista omnipresente, mientras que el maestro de la Bauhaus Albers emigró a Estados Unidos en 1933. Pero incluso Fuhr apenas es conocido actualmente. Los nombres de la mayoría de los demás artistas no entraron en el canon artístico establecido.

¿Quién conoce hoy en día a Bruno Krauskopf, Anton Kerschbaumer o Emil Betzler? Muchas obras fueron confiscadas en 1937 en la campaña conocida como "Arte Degenerado" (Entartete Kunst), la expresión adoptada por el nazismo en contra del arte moderno.

La "Cabeza de Cristo" de César Klein se presentó en la exposición "Arte degenerado" de 1937. El artista autodidacta Joachim Ringelnatz, conocido por ser un poeta de rimas poco convencionales, también participó en la muestra de vanguardia de Kassel de 1929 con su cuadro "Eis und Meer" (Hielo y mar).

Cabe la duda de si Ringelnatz sería hoy también famoso como artista si hubiese sido incluido y presentado en la documenta en 1955.

Pero además se suma otro problema: numerosas obras de la exposición de 1929 se consideran ahora perdidas. Un cuadro animado enumera los títulos de las obras que faltan.

Según Kaumkötter, menos de la mitad de las obras de la exposición de 1929 pudieron ser identificadas. En una mesa interactiva se extienden virtualmente las biografías de los artistas que fueron proscritos y olvidados.

De este modo, el centro de Solingen quiere que se vuelva a tomar conciencia sobre los artistas marginados. "Queremos demostrar que la exclusión fue por razones políticas y no porque fueran malos artistas", destaca Kaumkötter.

dpa